: Blog – Página 8 – FranceLab

Blog

Día Mundial de la Alimentación (saludable)

El 16 de octubre se celebra cada año el Día Mundial de la Alimentación a instancias de la Organización de las Naciones Unidas. Y si bien es una fecha especial para hablar de alimentos y se trabaja anualmente en todo el mundo para combatir el hambre, este año se coordinan esfuerzos especiales bajo el lema “Una alimentación sana para un mundo con #HambreCero” y se pone el foco también en la epidemia de obesidad y sobrepeso global.

En el universo de los diabéticos la alimentación saludable es parte esencial del tratamiento, tanto preventivo como para mejorar la calidad de vida y mantener los valores clínicos sin alteraciones.

Algunos consejos que los especialistas recomiendas y que reunimos aquí en este #DíaMundialDeLaAlimentación

  • Hacer Cinco comidas diarias para evitar fluctuaciones en los niveles de glucemia. Es importante respetar intervalos y evitar grandes períodos de ayuno.
  • Realizá un plan de alimentación individualizado con tu médico. Si bien las recomendaciones generales sirven, es bueno que cada organismo reciba la alimentación que precise.
  • Alimentos recomendados: La clave es la variedad en la alimentación siguiendo un plan. Debe incorporar verduras, frutas (naranjas, bananas, manzanas, uvas o frutillas), granos (preferentemente integrales), proteínas (carnes y huevo, o algunas legumbres), lácteos bajos en grasas.
  • Beber mucha agua, al menos dos litros diarios.
  • El consumo de alcohol debe ser moderado y estar sujeto a control médico, porque es un potente hipoglucemiante: aumenta el azúcar.
  • Consumir alimentos ricos en fibra como cereales, frutos secos y legumbres, además de frutas y verduras, ayuda a controlas las elevaciones bruscas de glucemia.
  • Es mejor usar alimentos con grasas saludables para el corazón como aceite de oliva o canola, nueces y semillas, palta o algunos tipos de pescado como atún, caballa y salmón.
  • Los prohibidos: fritos y con grasas saturadas, los que tienen alto contenido de sal, las golosinas, y las bebidas con azúcares agregados.

Fuentes: National Institute of Diabetes and Digestive Kidney diseases  / Fundación Española del Corazón / Recurso: https://www.cdc.gov/diabetes/ndep/pdfs/55-ricas-recetas-508.pdf

Día mundial del Corazón: el delicado vínculo de la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares

Como cada año y desde 2000, a instancias de la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la OMS y la UNESCO este 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, con el foco puesto en generar entornos saludables y concientizar en la prevención de la población sobre los riesgos y las formas de evitar sufrir enfermedades cardiovasculares. Estas constituyen la primera causa de muertes prematuras en todo el mundo -con más de 17 millones de muertes anuales- y desde la Sociedad Cardiológica Argentina se sumaron a la Organización Mundial de la Salud en el proyecto 25×25 para bajar la mortalidad un 25% a causa de enfermedades no transmisibles para 2025. El foco una vez más, se coloca en prevención dado que gran parte de estas muertes se podrían prevenir fácilmente con ejercicio, alimentación saludable, menos azúcar, menos sal y sin tabaco, por ejemplo.

Hipertensión y Diabetes

El estrecho vínculo entre diabetes y enfermedades cardiovasculares suele darse a través de la hipertensión arterial: otra enfermedad silenciosa porque no tiene sintomatología visible. La hipertensión arterial y la cardiopatía vinculada a ella es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular. Además, al igual que la diabetes, la hipertensión es una enfermedad silenciosa que puede ir dañando al corazón año a año sin notarlo hasta que el problema se torna grave. Otro detalle clave en el vínculo entre hipertensión y diabetes se da porque los estudios clínicos y académicos a la fecha han demostrado que la prevalencia de la hipertensión en pacientes con Diabetes T2 es muy alta: “La prevalencia de la hipertensión arterial (HTA) en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es 1,5-2 veces superior que en pacientes no diabéticos. Por otra parte, los hipertensos tienen un riesgo 2,5 veces superior de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. De esta forma entre un 50 y un 60% de los diabéticos son hipertensos, porcentaje que aumenta con la edad.*

Una vez más, la clave está en la prevención, en llevar una vida saludable y en chequeos periódicos. Y una vez detectada la enfermedad -sea diabetes o sea hipertensión- en controlar con el médico la medicación apropiada.

 

*Fuente:  Sowers JR, Epstein M, Frohlich ED. Diabetes, hypertension and cardiovascular disease. Hypertension 2001; 37: 1053-59.

 

Consejos para prevenir problemas cardiovasculares en personas con diabetes

Los problemas cardiovasculares son la principal causa de muerte para los diabéticos, con casi el 60% de incidencia. Para prevenir eso, te pasamos una serie de consejos muy sencillos:

Una dieta equilibrada que controle el azúcar en sangre, el colesterol, la presión arterial y el peso. Hay que evitar, en la medida de lo posible y con seguimiento médico, alimentos con alto contenido en grasas saturadas, azúcar y sal.

Actividad física. El ejercicio ayuda con el peso, con la presión arterial, con el nivel de lípidos y la salud del corazón en su conjunto. No hay reglas para todos, pero un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada al día es un buen comienzo. También se puede hacer varias series breves para quienes vean la vara de 30 minutos como algo demasiado desafiante.

Un clásico que no siempre se cumple: nada de tabaco.

La medicación, en tiempo y forma. Respetá la receta del médico y controla constantemente el nivel de azúcar.
Mantener a raya el estrés. No es fácil en zonas urbanas y en algunos contextos, pero es clave aprender a controlar algunas emociones por su vínculo directo con el desajuste hormonal.

¿Qué es la diabetes?

La Diabetes Mellitus es popularmente conocida como diabetes y se trata de una enfermedad producida por la acumulación de glucosa en sangre a partir de una mala producción de la hormona insulina en el cuerpo, que es la encargada de mantener los valores adecuados y de poder usar correctamente la energía que la glucosa brinda. La etimología de la palabra proviene del sifón, de dar paso a grandes cantidades de orina, que es uno de los principales síntomas para detectar un eventual problema, y su apellido -mellitus- proviene de la miel: la orina de los pacientes diabéticos es dulce por el exceso de glucosa. Esto lo descubrió Thomas Willis cerca del año 1700.

Aunque la causa más común de la diabetes es la incorrecta producción de la hormona insulina por parte del páncreas, también puede deberse a una mala reacción de la insulina producida ante la glucosa, o a una sobreproducción de glucosa o a distintas anormalidades metabólicas de lípidos, proteínas, sales o electrolitos.
La glucosa elevada puede ser perjudicial para todo el organismo, pero principalmente para el corazón, el riñón y las arterias. Hoy en día, las estadísticas oficiales señalan que entre un 10 y un 12% de la población mundial padece diabetes.

Aunque no se conocen las causas, sí se procede al tratamiento preventivo de dos maneras diferentes: alimentación y ejercicio físico. Cuando no basta, entonces aparece el tratamiento farmacológico.
La diferencia entre la Diabetes tipo 1 y la 2 es que en la primera se destruye la insulina en el páncreas, mientras que en la segunda es una deficiencia de la acción de la insulina producida. La diabetes tipo 2 es la más común y es más normal que se dé en los adultos, cuya principal causa es la obesidad. Se estima que involucra enter el 90 y 95% de los casos.
Se la conoce como enfermedad silenciosa, porque generalmente tiene síntomas menos evidentes que la diabetes tipo 1 y, a menudo, no da ningún tipo de molestia, pasando desapercibida durante mucho tiempo. Por esta razón muchas personas se enteran de forma casual a través de análisis rutinarios realizados por otro motivo.
Se suele asociar a otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, o las alteraciones de los lípidos (elevación de colesterol).
La diabetes es una enfermedad crónica debido a que el páncreas no produce, o el organismo no utiliza, la insulina de forma adecuada.
Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación y OMS.

La importancia de la actividad física en la diabetes

Por Prof. Jorge Luna*

El ejercicio físico constituye uno de los cuatro pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes, junto a la medicación, la dieta y la educación.

Las prácticas generales recomendables para personas con diabetes pueden ser específicas para cada persona (nadar, trotar, andar en bicicleta, saltar la cuerda, remar, etc.) o lo que se utiliza hoy en día para todo público: las caminatas.

También se pueden desarrollar actividades deportivas de conjunto (fútbol, básquet, rugby, etc), teniendo en cuenta varios aspectos preventivos.

Comience el programa de ejercicio gradualmente.

Si hasta ahora no ha sido una persona muy activa empiece con un breve período de ejercicio. Las investigaciones realizadas al respecto muestran que es mejor una rutina breve de ejercicio que nada en absoluto. Para empezar el programa poco a poco, camine de 10 a 20 minutos diarios, después aumente de 30 a 45 minutos al día durante varias semanas.

Recomendaciones

  1. Propóngase practicar la actividad física elegida en forma regular y seleccione aquella que sea de su agrado.
  2. Evite proponerse objetivos inalcanzables. Aumente gradualmente el tiempo de la práctica y la intensidad del esfuerzo.
  3. La actividad física que usted seleccione debería ser de intensidad moderada para poder mantenerla durante cierto tiempo, como por ejemplo: caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta, remar, etc.
  4. Practique diariamente no menos de 20 o 30 minutos. Si lo hace 3 o 4 veces por semana aumente el tiempo a 45 o 65 minutos.
  5. Durante la actividad, la frecuencia del pulso se debe mantener entre un 60% a un 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Para ello, reste de la cifra 220 su edad y así obtendrá su frecuencia cardíaca máxima aproximada.
  6. Si usted nunca realizó actividad física programada, comience por aumentar las actividades diarias habituales como caminar, subir y bajar escaleras, etc.
  7. Realice al iniciar y al concluir la práctica 5 a 1 O minutos de ejercicios de movilidad articular y estiramiento.
  8. Utilice calzado cómodo y medias de algodón. Revise diariamente sus pies. Si tiene una herida consulte a su médico.

Beneficios

La práctica regular de actividad física:

  1. Disminuye la glucemia,
  2. Mejora la acción de la insulina,
  3. Disminuye los triglicéridos y el colesterol,
  4. Aumenta la concentración de colesterol protector,
  5. Contribuye al tratamiento de la hipertensión arterial,
  6. Favorece el descenso del peso corporal.
  7. Mejora el funcionamiento del aparato cardiovascular,
  8. Produce sensación de bienestar y mejora la calidad de vida.

Precauciones

  1. Realizar un examen clínico general y cardiovascular antes de iniciar un programa de actividad física.
  2. Tener en cuenta la intensidad y duración de la actividad física que va a realizar para evitar una hipoglucemia.
  3. Realizar un monitoreo glucémico antes de comenzar la sesión de actividad física:
    • a) Si la glucemia supera los 300mg/dl y/o en presencia de cuerpos cetónicos en orina: posponer la práctica de actividad física.
    • b) Si la glucemia se encuentra dentro de los límites normales o ante una hipoglucemia: consumir hidratos de carbono extra antes de iniciar la sesión de actividad física.
  4. Detener el ejercicio ante signos de hipoglucemia, dolor en el pecho o respiración sibilante.
  5. No olvide llevar consigo azúcar durante la sesión de actividad física.
  6. Si la actividad física a realizar utiliza preferentemente las piernas, evitar aplicarse la insulina previa en los muslos.
  7. Beber más cantidad de líquidos sin calorías ni cafeína (como agua), antes, durante y después de la actividad física.
  8. Si se desea, verificar el efecto del ejercicio sobre las glucemias, esta debe controlar e a partir de la media hora después de finalizado la práctica.

Procure que todo valga la pena

Las personas con diabetes se sorprenden de cuan efectivo puede ser el ejercicio para controlar azúcar sanguíneo.

Combinado con la planificación de las comidas y los medicamentos adecuados, el ejercicio es una parte vital del programa general del tratamiento. Y aparte de los efectos benéficos el ejercicio representa una gran ayuda psicológica. Hace que el organismo libere sustancias químicas llamadas endorfinas que incrementan la sensación de bienestear. El ejercicio también le ayuda a controlar mejor el estrés y mejora su autoestima al mantenerlo delgado. En pocas palabras el ejercicio le ayudará a controlar la diabetes y quizás a mejorar la perspectiva general de la vida.

* El autor es vicepresidente de la FAD (Federación Argentina del Diabético – www.fad.org.ar)

Fuente: Revista “La Gaceta del Diabético” –

Top 5 de alimentos para la diabetes

Un ABC, una pequeña gran lista que no puede faltar como ayuda memoria y, porque no, como recetario de bolsillo a la hora de preparar nuestro alimento de cada día.

La mayoría de ellos son del reino vegetal y aportan unas sustancias especiales denominadas “fotoquímicos” que cumplen una función protectora de la salud retrasando los procesos del envejecimiento de los tejidos, en la diabetes muy agravados por la hiperglucemia. La ADA (Asociación Americana de Diabetes) los ha elegido y aquí los mencionamos:

1. TOMATE: consumido fresco, en salsa, en jugo, licuado o bien como condimento concentrado (kétchup). No es fuente de carbohidratos, por lo que es de consumo libre en cualquier plan alimentario. Aporta muy pocas calorías (una manzana tiene las calorías de medio kilo de tomate); lo que lo hace muy útil en el plan de la persona con sobrepeso.

2. LEGUMBRES: porotos, garbanzos, lentejas y arvejas. Son fuente de hidratos de carbono de bajo índice glucémico. Aportan proteínas y hierro por lo que son reemplazo de la carne en las dietas vegetarianas, y excelente fuente de fibra, potasio y magnesio en la comida habitual. Pueden utilizarse enriqueciendo ensaladas en verano. Pueden aprovecharse enlatadas teniendo la precaución de escurrirlas y enjuagarlas para evitar el exceso de sodio en el caso del hipertenso.

3. VEGETALES DE HOJA VERDE OSCURA: acelga, espinaca, berro, rúcula. Prácticamente no tienen hidratos de carbono, son fuente de fibra y de vitamina A. Se pueden consumir libremente en una dieta saludable, inclusive para adelgazar.

4. PESCADO RICO EN GRASA OMEGA 3: salmón, sardinas, caballa, jurel, arenque, atún. El tipo de grasa que contienen es básicamente antiinflamatoria por lo que beneficia por sus
efectos sobre la diabetes, la hipertensión, los triglicéridos y la artritis. Mejora el sistema defensivo del organismo.

5. FRUTOS SECOS: nueces, almendras, castañas, maníes. Aportan muy pocos hidratos de carbono, alto contenido en grasa de buena calidad y proteínas. Son fuente de minerales (calcio, potasio y magnesio) así como de vitaminas del grupo B. Cuando existe sobrepeso hay que controlar la porción ya que son alimentos hipercalóricos.

Es bueno recordar que, en la diabetes, NO HAY ALIMENTOS PROHIBIDOS, pero que la buena salud nos pide elegir mejor lo que comemos cada día. Y no olvidarnos, que para una buena salud, no todo es la comida… ser activos, dormir lo suficiente, no estar estresados y tener fuertes conexiones sociales, son aspectos que la FAD, y la gente que trabaja en asociaciones, los tenemos como bandera.

Dra. Marcela de la Plaza Medica especialista en Nutrición y Diabetes MP 52497 – MN 57804

Fuente: Federación Argentina de Diabetes (FAD) / www.fad.org.ar

Imágenes: Wikimedia / Autores TamorlanTrabajo propio, CC BY 3.0, Enlace / De Original photo by and (c)2007 NaJina McEnany. Photo prepared by User:Ram-Man. Used by permission. – NaJina McEnany, CC BY-SA 2.5, Enlace
/ xczcx

‘Pizza’ de atún con vegetales

Ingredientes

1 base de ‘pizza’ para 4 personas.
2 decilitros de salsa de tomate.
200 gramos de atún.
150 gramos de calabacín.
100 gramos de pimientos verdes.
150 gramos de pimiento rojo.
50 gramos de cebolla.
100-150 gramos de queso ‘mozzarella’.

 

Cómo se elabora

Se salsea la base de ‘pizza’ con el tomate. Encima se añade la cebolla muy picadita, el bonito desmigado, los pimientos verdes y rojos, el calabacín y el queso ‘mozzarella’.
Introducimos la pizza al horno, a 200 º C, durante unos 15 minutos.
Se sirve muy caliente.

Información nutricional de esta receta

Info. nutricional Por persona Info. nutricional Por persona
Energía (Kcal.) 287 Grasas (g.) 10,6
Hidratos de carbono (g.) 26,1 Saturadas (g.) 4,3
Raciones Hidratos de carbono 2,5 Monoinsaturadas (g.) 3,3
Proteínas (g.) 21,9 Poliinsaturadas (g.) 2,3
Fibra (g.) 3,1 Colesterol (mg.) 42,2
Sodio (mg.) 706,2 Valores calculados sin sal añadida

Comentario dietético

El resultado de la receta es un plato nutritivamente muy proporcinado: hidratos de carbono de la masa de pizza, proteínas del atún y vitaminas y fibra de las hortalizas. Moderar el aporte de queso es la mejor manera de no convertir esta pizza en un plato grasiento y calórico. Un sustituto perfecto del bocadillo para una comida o una cena equilibrada si se acompaña de una fresca ensalada. Se debe recordar que la porción propuesta en esta receta sería ¼ parte de una pizza de tamaño llamado “mediana”. Las pizzas son platos muy populares y apreciados sobre todo por los más pequeños. Por esta razón, un buen modo de conseguir que consuman verduras es incluyéndolas en una pizza. El queso mozarella es el alimento que más grasas (y más sal) aporta a la pizza, por lo que con un poco para gratinar será suficiente para disfrutar de esta pizza quienes están a dieta y quienes deban controlar la sal. Quienes tienen alergia al huevo deben comprobar si la masa lo lleva, y en ese caso elegir aquella que no lo incorpore.

Fuente: www.fundaciondiabetes.org

Historia de la Diabetes

La diabetes se reconoció por primera vez alrededor del 1500 a. C. por los antiguos egipcios, quienes observaron a personas que orinaban mucho y perdían peso. En el papiro de Ebers descubierto en Egipto se describen los síntomas y el tratamiento que se les proporcionaba: una dieta de cuatro días que incluía decocción de huesos, trigo, granos, arena, plomo verde y tierra (o bien: agua de charco de pájaro, bayas de sauco, leche fresca, cerveza, flores de pepino, y dátiles verdes). Fue Areteo de Capadocia, médico griego, quien, entre los años 80 y 138, le dio a esta afección el nombre de diabetes, que significa en griego correr a través, refiriéndose al signo más llamativo que es la eliminación exagerada de agua, que atribuyó a una falla en los riñones, expresando que el agua entraba y salía del organismo del diabético sin fijarse en él. Creía que el origen de la enfermedad, «fría y húmeda», radicaba en una fusión entre la carne y los músculos que se transformabas en orina. 202122232425

En el siglo II Galeno también se refirió a la diabetes, denominándola diarrhoea urinosa y dipsakos haciendo referencia a sus síntomas cardinales: la poliuria y la polidipsia (dipsa: sed).202124

La asociación entre la poliuria y el sabor dulce en la orina está reportado en la literatura sánscrita de los siglos V y VI, por parte de dos médicos indios: Súsruta y Cháraka. La orina de los pacientes poliúricos se describe dulce como la miel, pegajosa al tacto y fuertemente atrayente para las hormigas. La enfermedad se denominó «madhumeha» (enfermedad de la orina dulce). Se reconocían dos variantes de la enfermedad, una que afectaba a las personas mayores y obesas y otra a jóvenes delgados que fallecían prontamente. El tratamiento consistía en aportar a los enfermos cereales recién cosechados preparados en una composición aceitosa que contenía benzoatos y sílice. En la misma era, los médicos chinos y japoneses reconocen a los diabéticos y destacan la dulzura de su orina que aparentemente atraía a los perros. En sus escritos mencionan que estos enfermos son susceptibles a padecer de forúnculos y a una afección respiratoria que probablemente se trataba de tuberculosis. 2024

En los siglos IX al XI, la asociación de la diabetes con la dulzura de la orina fue enfatizada en los textos de medicina árabes. Avicena habla con clara precisión de esta afección en su famoso Canon de medicina. Menciona dos complicaciones específicas de la enfermedad: la gangrena y el «colapso de la función sexual».20

En Europa, la asociación entre la orina dulce y la diabetes tardó más tiempo en ser reconocida. En el siglo XVI, el médico suizo Paracelso observó que la orina de los diabéticos dejaba un polvo blanco como residuo después de su evaporación. Sin embargo, concluyó que esta sustancia era sal, y que por lo tanto la enfermedad se desarrollaba por el depósito de sal en los riñones, causándoles «sed» y ocasionando la poliuria.2025

En el año 1675, Thomas Willis, médico inglés del hospital de Guy en Londres, hizo una descripción de la orina dulce de los diabéticos, además de una serie de otras observaciones muy adecuadas a lo que corresponde la sintomatología reconocida de esta entidad clínica.20​ Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (sabor a miel).2425

Otro médico inglés del siglo XVII, Thomas Sydenham, especulaba que la diabetes era probablemente una enfermedad sistémica ocasionada por la falta de digestión del quilo, con la consiguiente acumulación de residuos que debían ser eliminados por el riñón.2025

En 1772, Mathew Dobson, médico inglés, realizó una serie de observaciones y experimentos con un paciente diabético, Peter Dickinson, publicando sus resultados en la publicación «Medical Observations and Inquiries» del año 1776. En dicho texto, Dobson explica que el residuo blanco que deja la orina al evaporarse es azúcar; así mismo se refiere al sabor dulce de la sangre, siendo la primera descripción conocida de la hiperglicemia propia del diabético. Dobson concluye que el azúcar eliminada por la orina no es producida por el riñón, sino que corresponde principalmente a residuos en la sangre provenientes de la alimentación, no asimilada de forma normal por el organismo, y que llegan al riñón donde son eliminados. Dobson realizó numerosos experimentos terapéuticos con los pacientes diabéticos que atendió, siendo la más conocida la infusión de sena con ruibarbo.2022232425

Johann Peter Frank, médico alemán, publicó el año 1792 la primera parte de su obra De curandis hominum morbis epitome donde clasifica la diabetes en dos tipos: diabetes vera (equivalente a la diabetes mellitus), y diabetes insípida (porque no presentaba la orina dulce).2426

En 1788, Thomas Cawley observó cálculos y signos de daño en el páncreas durante una necropsia realizada a un diabético publicada en el “London Medical Journal”. Casi en la misma época el cirujano escocés John Rollo atribuyó la diabetes a una causa gástrica y desarrolló una dieta de «comida animal» (carne y grasa) y «restringido en materia vegetal» (granos y panes). Con esta dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos logró alivio en dos pacientes.2122

En el año 1812, la diabetes fue reconocida como una entidad clínica, en la primera publicación de la revista New England Journal of Medicine and Surgery.23

Los primeros trabajos experimentales relacionados con el metabolismo de los glúcidos fueron realizados por Claude Bernard quien descubrió, en 1848, el glucógenohepático y provocó la aparición de glucosa en la orina excitando los centros bulbares.23

En la segunda mitad del siglo XIX el gran clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes y marcó las normas para el tratamiento dietético, basándolo en la restricción de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta.24

Los trabajos clínicos y anatomopatológicos adquirieron gran importancia a fines del siglo pasado, en manos de Frerichs, Cantani, Naunyn, Lanceraux, etc. y culminaron con las experiencias de pancreatectomía en el perro, realizadas por Josef von Mering y Oskar Minkowski en 1889. En sus experimentos, encontraron que la extirpación del páncreas producía una diabetes fatal, de tal forma que se estableció la primera pista de que el páncreas jugaba un rol en la regulación de la glucosa sanguínea.2324

En 1900, Eugene Opie, patólogo norteamericano, observó la relación entre la diabetes y la destrucción de los islotes pancreáticos descubiertos el año 1869 por Paul Langerhans.22

Entre 1906 y 1908, George Ludwig Zuelzer, médico alemán, trabajó en Berlín con extractos pancreáticos, investigando la relación entre la función suprarrenal y pancreática en conejos. Luego, midió la reducción de la glucosuria en perros pancreatectomizados con buenos resultados. Finalmente, realizó pruebas en pacientes diabéticos, con un éxito parcial, debido a los efectos adversos derivados de las impurezas de la sustancia.2227

En 1909, J. Forschbach, repitió los experimentos de Zuelzer en la Clínica de Breslau, confirmando las observaciones publicadas por Zuelzer, pero discontinuó la investigación por los efectos colaterales. No obstante, en 1911 Zuelzer tramitó el registro del extracto pancreático para el tratamiento de la diabetes con el nombre de «acomatol», ayudado por la industria química Hoffmann-La Roche.2728

En 1910, Edward Albert Sharpey-Schafer planteó la hipótesis de que la diabetes se producía por la deficiencia de algún producto químico elaborado en el páncreas. Llamó a esta sustancia insulina, del latín insula, refiriéndose a los islotes pancreáticos o de Langerhans.2324

En 1911, Ernest Lyman Scott, para obtener su maestría en la Universidad de Chicago, experimentaba con perros a los que les extraía el páncreas, intentando obtener extracto de dichos órganos. Observó que la orina de los perros contenía altos niveles de azúcar así como su sangre. La inyección de extractos de páncreas en base acuosa (en alcohol no funcionaba), resultaba en una disminución de los niveles de azúcar en la sangre y en el volumen de orina.22

En 1916, Joslin propuso el tratamiento de la diabetes con dieta y ejercicio.24

En 1921, los médicos canadienses Frederick Banting y Charles Best, consiguieron aislar la insulina y demostrar su efecto sobre la glucemia, revirtiendo la diabetes en perros a los que se les había extirpado el páncreas. Junto con James Collip y John Macleod, purificaron la insulina de páncreas bovinos y fueron los primeros en usarla en Leonard Thompson, un paciente diabético que tuvo excelente respuesta al segundo intento, después de una mejora en el proceso de purificación del extracto pancreático. Rápidamente la producción de insulina y la terapia con ella se extendió universalmente trayendo un inmenso beneficio para los diabéticos en el mundo.23242527

Estos descubrimientos le permitieron obtener el Premio Nobel de Medicina el año 1923 a Banting y Macleod, quienes lo compartieron con Best y Collip respectivamente. Sin embargo, hubo reclamaciones por parte de George Ludwig Zuelzer, Ernest Lyman Scott, John Raymond Murlin, y el rumano Nicolae Constatin Paulescu, todos los cuales se atribuían la primacía en el descubrimiento.2729

En 1936, Harold Himsworth propuso que varios pacientes diabéticos presentaban resistencia a la insulina en vez de deficiencia de ella.23

El año 1958 se descubre el primer fármaco para tratar la diabetes vía oral, la sulfonilurea, por Janbon y Colleague.24

En 1959, Sterne confirma que la metformina disminuye el azúcar en la sangre.24

El año 1979, el National Diabetes Data Group (NDDG), publicó en la revista Diabetes un artículo titulado «Clasificación y diagnóstico de la diabetes mellitus y otras categorías de la intolerancia a la glucosa», en el que acuñaba el concepto de diabetes mellitus insulino dependiente (DMID) o diabetes tipo 1 y diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID) o diabetes tipo 2. Separadamente se dejaron los conceptos de diabetes gestacional, la intolerancia a la glucosa y un último grupo denominado otros tipos de diabetes. Esta clasificación fue acogida y adaptada por la Organización Mundial de la Salud en 1980.4

En 1985, la OMS decidió retirar los apelativos «tipo 1» y «tipo 2» y mantener los DMID y DMNID además de añadir la diabetes relacionada con la malnutrición. Esta clasificación fue aceptada internacionalmente.4

En 1997, después de dos años de revisión entre expertos de la OMS y la Asociación Americana de Diabetes (ADA), se dio a conocer una nueva clasificación: DM tipo 1DM tipo 2diabetes gestacional y otros tipos específicos.4

Fuente: Wikipedia – https://es.wikipedia.org/wiki/Diabetes_mellitus

¿Qué tipos de diabetes existen?

Actualmente existen dos clasificaciones principales. La primera, correspondiente a la Organización Mundial de la Salud, en la que reconoce tres formas de diabetes mellitus: tipo 1tipo 2 y diabetes gestacional (ocurre durante el embarazo), cada una con diferentes causas y con distinta incidencia25​ y la segunda, propuesta por el comité de expertos de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en 1997. Según la ADA, los diferentes tipos de DM se clasifican en cuatro grupos:47113

  1. La diabetes mellitus tipo 1, en la que existe una destrucción total (mayor al 90%) de las células β, lo que conlleva una deficiencia absoluta de insulina. Representa entre un 5 a un 10% de las DM.
  2. La diabetes mellitus tipo 2, generada como consecuencia de un defecto progresivo en la secreción de insulina, de un aumento de la resistencia periférica a la misma y de un aumento de la producción de glucosa. Representa entre un 90 a un 95% de las DM.
  3. La diabetes gestacional, que es diagnosticada durante el segundo o tercer trimestre del embarazo, donde muchas veces es transitoria y la propia cura es el parto.
  4. Diabetes producida por otras causas:
    1. Defectos genéticos de la función de las células β (por ejemplo, distintos tipos de diabetes monogénica o diabetes tipo MODYdiabetes neonatal).
    2. Defectos genéticos en la acción de insulina.
    3. Enfermedades del páncreas exocrino (por ejemplo, fibrosis quística).
    4. Endocrinopatías (por ejemplo, acromegaliasíndrome de Cushing).
    5. Inducida por fármacos o químicos (por ejemplo, pentamidinaácido nicotínicoglucocorticoides).
    6. Infecciones.
    7. Causas poco comunes mediadas por mecanismos inmunes.
    8. Otros síndromes genéticos asociados con diabetes.

Diabetes mellitus tipo 1 (DM-1)

La diabetes mellitus tipo 1 o DM1, corresponde a la llamada antiguamente diabetes insulino-dependiente (DMID), diabetes de comienzo juvenil o diabetes infantojuvenil. No se observa producción de insulina, debido a la destrucción de las células β de los Islotes de Langerhans del páncreas. La destrucción suele ocurrir en plazos relativamente cortos, especialmente en los más jóvenes, predisponiendo a una descompensación grave del metabolismo llamada cetoacidosis. Es más frecuente en personas jóvenes (por debajo de los 25 años) y afecta a cerca de 4,9 millones de personas en todo el mundo, con una alta prevalencia reportada en América del Norte. Representa entre un 5 a un 10% de las DM.4

El origen de la DM1 es la destrucción autoinmune de las células β de páncreas, aunque en un 10% de los casos no se han encontrado marcadores de inmunidad y se denominan “idiopáticos”. Esta última situación se ha visto en la casuística de DM1 de África y Asia. 34

Dentro de las DM1 se incluye la diabetes autoinmune latente del adulto o LADA, que si bien epidemiológica y clínicamente se asemeja a la DM2, la causa es autoinmune y el tratamiento necesario es insulina. Entre un 2 a un12% de las diabetes del adulto corresponden a esta variante.121314

Aproximadamente un 6% de los pacientes con diabetes tipo 1 padece enfermedad celíaca asociada,15​ si bien la mayoría de los casos de enfermedad celíaca permanecen sin reconocer ni diagnosticar, debido a que suele cursar sin síntomas digestivos, estos son leves o se atribuyen erróneamente al mal control de la diabetes, a una gastroparesia o a una neuropatía diabética.16​ La diabetes y la celíaca comparten genética común, y la inflamación o las deficiencias nutricionales causadas por la enfermedad celíaca no tratada aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1.15​ Las personas con que presentan ambas enfermedades asociadas tienen peor control de los niveles de glicemia y un aumento del riesgo de complicaciones, como los daños en la retina y en el riñón, y la mortalidad.17​ La dieta sin gluten, cuando se realiza estrictamente, mejora los síntomas de la diabetes y tiene un efecto protector contra el desarrollo de complicaciones a largo plazo.17

Diabetes mellitus tipo 2 (DM-2)

La diabetes mellitus tipo 2 o DM2 representa entre un 90 a un 95% de las diabetes. Se caracteriza por una resistencia a la insulina y, al menos inicialmente, en una deficiencia relativa en la secreción de insulina, cuya cantidad, si bien elevada en comparación con una persona normal, es insuficiente en relación con los niveles elevados de glicemia. A medida que la enfermedad avanza, el páncreas puede llegar a producir menos insulina y fallar las células beta. A diferencia de la DM1, no hay un componente autoinmune presente, si bien se mantiene un ambiente inflamatorio a nivel del tejido adiposo. 43

Se presenta principalmente en mayores de 40 años, la mayoría de los cuales presenta obesidad abdominal como parte del patrón de exceso de depósito de grasa que presentan las personas con resistencia insulínica. Se acompaña frecuentemente de otras anormalidades como hipertensión arterialdislipidemia, disfunción del endotelio vascular y elevación del PAI-1. Este conjunto de anormalidades se ha denominado «síndrome de resistencia a la insulina» o síndrome metabólico.43

El diagnóstico suele hacerse transcurridos varios años desde el inicio de la enfermedad ya que la hiperglicemia se desarrolla gradualmente y en su período inicial no produce síntomas notables. Sin embargo, durante este período los pacientes pueden desarrollar cualquiera de las complicaciones macrovasculares o microvasculares de la enfermedad. Durante este período inicial se presenta una condición denominada intolerancia a la glucosa.211

Diabetes mellitus gestacional

La diabetes mellitus gestacional o DMG, es aquella que aparece en el segundo o tercer trimestre del embarazo en mujeres sin el diagnóstico previo de DM. Se presenta generalmente en mujeres mayores, hispanoamericanasafroamericanas, asiático-americanas, indígenas pima o nativas de las islas del Pacífico4

Cabe destacar que la DMG es el único tipo de diabetes potencialmente reversible, puesto que el parto o cesárea pueden llevar a la resolución total de la condición orgánica. En caso de transitar un nuevo embarazo posterior, la probabilidad de padecer DMG es mayor con respecto a la población de madres que no lo han hecho.

La DMG representa riesgos para la madre y el recién nacido, siendo el aumento de la glicemia entre las 24 y 28 semanas del embarazo un indicador de mayor probabilidad de complicaciones.11

Durante el embarazo se producen grandes cambios en el metabolismo, puesto que el feto utiliza la energía de la madre para alimentarse, oxígeno, entre otros. Esto conlleva a tener disminuida la insulina, provocando esta enfermedad.18

“Cabe mencionar que se tiene mayor riesgo de padecer este tipo de diabetes si se tiene más de 25 años al quedar embarazada, antecedentes familiares de diabetes, hipertensión arterial, demasiado líquido amniótico, se ha tenido un aborto espontáneo o mortinato de manera inexplicable, sobrepeso antes del embarazo,o aumentó excesivamente de peso durante su embarazo”.19

Otros tipos de diabetes mellitus

Otros tipos de diabetes mellitus menores (< 6 % de todos los casos diagnosticados): Tipo 3A, 3B, 3C, 3D, 3E, 3F, 3G

Fuente: Wikipedia.