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Diabetes y deshidratación: el peligro del círculo vicioso

Diabetes y deshidratación: el peligro del círculo vicioso

El dato clave que vincula deshidratación y diabetes es el silencio: si la diabetes es la enfermedad silenciosa, que a veces no se diagnostica, que no se percibe porque no provoca dolor o síntomas agudos, la deshidratación -o su manifestación tardía que es la sed- también puede pasar desapercibida. Y hay más: la deshidratación y la suba de azúcar propia se retroalimentan y se agudizan mutuamente.

¿Cómo es?

La deshidratación es la disminución temporal de agua en el organismo y, aunque es un mal que pueden sufrir todos, es más peligrosa en los pacientes con diabetes: ¿por qué? Porque además que todo organismo padece ante la pérdida de líquido y puede ver afectado su normal funcionamiento, el nivel de azúcar en sangre aumenta notablemente con la deshidratación. De este modo, un paciente con diabetes tiende a la deshidratación a la vez que una persona con diabetes estabilizada, que se deshidrata por no ingerir líquido suficiente, puede descompensarse.

Además, en los pacientes diabéticos mayores, se produce un problema conjugado porque a la diabetes y la deshidratación se le puede añadir problemas renales, con la urea y la creatinina, explica la diabetólogay especialista en nutrición Zulema Stolarza (MN44455), porque ante un aumento en los valores de glucemia se produce mayor eliminación por vía de la orina, lo que aumenta la deshidratación.

A raíz de este modo de actuar del organismo, se aconseja que los adultos con diabetes ingieran hasta un 10 o 20 por ciento más de líquido que las demás personas: si un adulto promedio debe incorporar -porque su cuerpo ha de eliminarlo- alrededor de 2,5 litros al día, un diabético precisa entre 2,8 y 3 litros.

 “Los adultos mayores, además, tienden a consumir poco líquido porque temen levantarse mucho de noche y caerse, entre otras cosas, lo que aumenta el riesgo de deshidratación”, explica la Dra. Stolarza, coordinadora del servicio de dibetología y nutrición del Hospital Milstein y responsable del PAMI en esa área.

Estar correctamente hidratados favorece a la eliminación de toxinas y regula la temperatura corporal. Además, el líquido transporta nutrientes, ayuda en el proceso de digestión, protege articulaciones y estructuras; en suma, el agua es clave para el ser humano y lo es más para la regulación de azúcar en los pacientes con diabetes.

Síntomas posibles

Uno de los datos a tener en cuenta para observar las señales del cuerpo son la sed, la orina frecuente -y de tonos más oscuros- y la sensación recurrente de cansancio. El problema reside en que la sed es una señal que demora en llegar al cerebro, por lo que, para cuando se percibe, se ha perdido un importante porcentaje de líquido corporal (cercano al 3%). “La sed aparece cuando el paciente ya está deshidratado”, explica la Dra Stolarza. Por eso, el consejo de los especialistas médicos y nutricionales es que los pacientes beban líquido aún antes de sentir sed. Del mismo modo ocurre con los niños pequeños, a quienes se aconseja educarlos en el consumo abundante de líquido. Y también ocurre con la sequedad de la piel, que padecen los pacientes con diabetes,  para lo que se aconseja mantenerse sobre hidratado y utilizar hidratantes corporales: cuando se ve la piel lastimada suele ser tarde.

La pérdida de agua torna la sangre más espesa, lo que se conoce como hiperosmolaridad. De este modo, con la falta de líquido, que puede ser producto del ejercicio, de no respetar las rutinas alimenticias y medicamentosas, del calor, de sed mal administrada o incluso de fallas renales no detectadas, se produce una suba del sodio y la glucosa. El organismo, para compensarse, va tomando el líquido de diferentes partes del cuerpo y es por eso que, muchas veces, la deshidratación del paciente con enfermedad diabética puede llevar a este estado de hiperglucemia e hiperosmolaridad, que trae aparejada sensación de cansancio, aletargamiento o incluso desmayos, explican desde el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos.

Este estado de deshidratación puede ser potencialmente grave si no se atiende a tiempo, informan las asociaciones de diabetes alrededor del mundo. Si tenés diarrea, orinas sin retener líquido, sentís desorientación, dolores de cabeza y mareos, o vómitos; o si tenés manos y labios azules, mucha sed y pasas largos períodos -de varias horas- sin orinar, debieras acudir al médico en forma inmediata.

Otra recomendación importante en relación a la dieta para prevenir la deshidratación en general es mantener una dieta variada y adecuada, con ingesta abundante de frutas y verduras, que contienen grandes proporciones de líquido y ayudan a sostener el cuerpo hidratado.


Otras notas de interés y fuentes consultadas para la elaboración de esta nota:

Sociedad Argentina de Diabetes
http://www.diabetes.org.ar/

American Diabetes Asociation
https://www.diabetes.org/

Deshidratación (Federación Mexicana de Diabetes)
http://fmdiabetes.org/glossary/deshidratacion/

Prevenir la deshidratación, clave en casos de diabetes
http://www.dicyt.com/noticias/prevenir-la-deshidratacion-clave-en-casos-de-diabetes