: Día Mudial del Corazón – FranceLab

Tag Archives: Día Mudial del Corazón

Nutrición, pandemia y diabetes

Uno de los efectos principales de la pandemia de Covid-19 en las personas ha sido el sedentarismo que afecta el peso y las modificaciones en composición muscular y de tejidos grasos en el cuerpo. No solo se trata de comer más o peor, tampoco de no hacer actividad física -ahora que está permitida en gran parte del país- sino la mera modificación de la rutina, la merma en las salidas diarias, subir menos escaleras, andar menos por la calle, todo ha hecho que crecieran las horas de quietud. Esto afecta la salud y en especial a la hora de pensar en diabetes, cuya prevención y tratamiento depende casi en un 50% del estilo de vida.

Las claves de los horarios

Así lo advierte el nutricionista Alejandro Ugarte: “Ese estilo de vida incluye todo lo que tenga que ver con actividad física, alimentación e incluso las emociones, y depende del trabajo que haga cada paciente. En este contexto de aislamiento, en donde se ven alteradas las actividades habituales, el primer gran consejo es establecer una rutina cotidiana con horarios de actividad física y de alimentación. No comer en cualquier horario”.

Este punto clave, que parece sencillo, puede ser el talón de Aquiles de cualquier persona que permanece encerrada, aislada o que vio modificada su rutina durante tantos meses. A esto se añade el incremento en los vaivenes emocionales: desde los organismos oficiales de Salud han advertido por la salud mental de las personas, se han detectado aumentos en la angustia, la ansiedad, el temor por la incertidumbre y el no saber cómo manejarse.

Ante este panorama, “el segundo gran consejo nutricional es entender que el picoteo no es solución, porque comer algo da una pequeña satisfacción al cerebro muy breve, que unos minutos más tarde se ha disipado y la angustia o sensación de malestar retornará”, explica Ugarte.

La importancia de las fibras

Tradicionalmente hay dos modos de enfocar el tratamiento nutricional, que es extensible a todas las personas, pero que es esencial para un paciente con diabetes: el primer punto es, como se ha dicho, la cuestión de los horarios, la distribución rutinaria y respetada de las porciones -de 4 a 6 diarias- para evitar desbandes. El otro factor crucial estará en la elección de alimentos.

Aunque se ha trabajado desde hace tiempo, aun persisten algunos mitos sobre la alimentación de pacientes con diabetes, pero el doctor Ugarte advierte que “pueden comer de todo”. La clave estará en el modo de administrarlos. “Los azúcares en general, pero los carbohidratos en particular son los alimentos que generan más problemas. Si la comida tiene harina -en forma de pan, galleta o masa-, debe ser solo una parte de la comida. Y si va a tener su hidrato o almidón, vamos a diseñar un plato con una estructura de hortaliza, proteína y esa parte del hidrato de carbono”, señala el especialista.

Muchos han oído hablar de dos métodos básicos y muy efectivos: el método del plato saludable -o plato Harvard- y el método del conteo de carbohidratos. El primero se basa en la división de un plato de comida en dos mitades, cuyo 50% deberá ser de vegetales, o frutas, sin almidón y azúcares; y la otra mitad deberá dividirse, a la vez, en otras dos mitades: un 25% del plato total deberá contar con los carbohidratos y otro 25% con las proteínas.

Pero, ¿cuál es la razón por la que esta distribución es crucial? “Es muy importante que las comidas tengan vegetales, porque aportan fibras, y esta fibra vegetal no es absorbida, no pasa a la sangre, pero mejora el tránsito intestinal, aportan minerales y, la clave, tiene un efecto dinámico en la dieta: cuando los almidones de los hidratos liberan la glucosa, esa fibra vegetal se une a la glucosa y hace que no pueda pasar a la sangre: lo que podría ser un tsunami de glucosa con necesidad de insulina, pasa a ser un oleaje intermitente, suave”, explica Ugarte.

Otro tip nutricional del especialista consultado es en función del horario: ¡cenar temprano! De este modo, el organismo logra completar la digestión estando despiertos y ayuda a no seguir trabajando los alimentos cuando uno está durmiendo. A la vez, es un gran regulador de la comida entre horas: “Por lo general, las personas sienten hambre alrededor de las 19, y lo que pretendemos es que, a esa hora, si tiene hambre, va y cena. Eso ayuda a evitar el picoteo innecesario”.

¿Cómo se vinculan cigarrillo y diabetes?

La Organización Mundial de la Salud considera al tabaquismo como epidemia: los consumos han venido bajando desde hace años a partir de la educación y el conocimiento del impacto, pero aún hay millones de muertes al año asociadas al consumo de tabaco. En la Argentina, los datos del Ministerio de Salud y de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) arrojan mejoras -desde la primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, en 2005, hasta la última, en 2018-, pero los números impactan: en 2019 se estimó que hay aún casi 10 millones de fumadores en el país y que murieron más de 40 mil personas por el tabaquismo o causas asociadas al consumo de tabaco.

Su vínculo con la diabetes aún es complejo, pero hay algunos elementos clave para empezar a tirar del hilo: el tabaquismo es una de los Factores de Riesgo Cardiovascular y, en combinación con la diabetes, complica la salud de los pacientes -desde ASAT estiman que un paciente con diabetes que fuma tiene 11 veces más riesgo de tener un infarto o un ACV-. A su vez, desde el Ministerio de Salud de la Nación explican que “el consumo de tabaco predispone a la aparición de intolerancia a la glucosa en fumadores, ex fumadores y fumadores pasivos”. Esa predisposición, conocida como prediabetes, suele derivar en diabetes. Pero además el tabaquismo puede provocar diabetes aún sin que medie otro factor asociado como la obesidad o el colesterol. Combinados, esos factores,el riesgo es aún mayor.

Así lo explica el doctor Rubén Donnet: “La diabetes no comienza de un día para el otro, comienza como síndrome metábolico de muchos años de duración. Desde edades muy tempranas empieza a haber sustancias que engrosan las arterias. El daño endotelial se produce por mucho tiempo y si le agregamos otros elementos, como el colesterol, que hace que crezcan las arterias hacia adentro; y la nicotina, que también produce inflamación endotelial, si sumamos todo ya aumenta el riesgo en el paciente: todo lo que consume va a depositarse en arterias, genera hipertensión y puede provocar un ataque cardiovascular”.

Es tan fuerte la relación entre tabaco y diabetes que aún aquellos que han dejado de fumar siguen teniendo más riesgo de tener diabetes que aquellos que nunca han fumado. Así o indica el ministerio de Salud en la Guía para el tratamiento de la Diabetes Tipo 2, en la que alerta por el daño que el humo del tabaco -y sus componentes- tienen sobre el páncreas, órgano en donde se produce la insulina.

“Otro de los efectos del tabaquismo es que la nicotina va tapando las arterias femorales -explica Donnet- y, de ese modo, dificulta la llegada de sangre a miembros inferiores, lo que puede provocar necrosis en dedos de los pies”. Un estudio presentado por el doctor Rafael Rodney en el Congreso Argentino de Diabetes, en 2014, arrojó entre 700 casos que “el tabaquismo incrementa las posibilidades de cursar con lesión de pie en 1,45 veces más”.

Según Donnet, otras complicaciones derivadas del tabaquismo en pacientes con diabetes son:

  • Fibrosis pulmonar
  • Falta de capacidad respiratoria.
  • Tumores pulmonares.

Las recomendaciones de las autoridades nacionales para el tratamiento del tabaquismo en pacientes con Diabetes Tipo2 son:

  • Aconsejar a todo paciente no fumador no iniciar el consumo.
  • Incitar a todos los fumadores a dejar de fumar.
  • Recomendar la terapia de reemplazo nicotínica (TRN) y el Bupropión como drogas de primera línea para el tratamiento farmacológico de la adicción al tabaco.

Lógicamente, se aconseja dejar el tabaco en términos generales, pero especialmente en pacientes con diabetes por los efectos combinados que tiene o puede tener. La Central de control de enfermedades de los Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) confirmó que “los fumadores tienen entre 30 a 40 % más probabilidades de tener diabetes tipo 2 que los no fumadores”.

En relación al tratamiento y la prevalencia, Donnet fue concluyente: “No hay consumo mínimo saludable o sin riesgo de tabaco, cada cigarrillo cuenta y aumenta el daño”.


Otros estudios del XIX Congreso Argentino de Diabetes, de 2014:

  • El estudio liderado por la doctora Eva Lopez González sobre Factores de riesgo cardiovascular señala que el 20% de pacientes con Dabetes T1 fumaban, aumentando el riesgo de mortalidad.
  • El estudio presentado por el equipo del Dr. Alejandro de Dios mostró, entre más de 3000 pacientes con DT2, que un 10% fuma.
  • Otro estudio, liderado por la Dra. Silvina da Rosa en casi 400 pacientes DT1 de Hospital Público, arrojó que un 30% consume tabaco.
  • La DRA. Alejandra Ojeda presentó un estudio informativo poblacional de Mendoza, para conocer a los pacientes y arrojó datos llamativos: entre casi 400 casos, el 65% fuma y solo el 20% recibió educación diabetológica. Esto llamó la atención porque es muy superior a la media de otros estudios.

Ejercicios para hacer en casa durante la cuarentena

La pandemia de coronavirus ha exigido que la mayor parte de la población del mundo entre en confinamiento o cuarentena. Argentina no es la excepción y en el caso de los pacientes diabéticos esto cobra especial relevancia porque es una de las enfermedades y situaciones de riesgo que deben tenerse en cuenta como causantes de mayor gravedad en caso de contraer esta enfermedad.

Pero quedarnos en casa no puede ser sinónimo de mantenernos quietos. La actividad física constituye uno de los cuatro pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes, como nos explicó el profesor Jorge Luna en una nota anterior y es aconsejable que los pacientes con diabetes continúen con rutinas de ejercicio domiciliario.

Para ello, Luna y el equipo de trabajo de la Federación Argentina de Diabetes, junto con el profesor Nicolás Arce, están realizando, desde sus redes sociales, un acompañamiento cercano para los pacientes, con recetas, ejercicios, charlas, conversatorios y otras actividades en vivo. En el caso de los ejercicios, las recomendaciones son las siguientes:

  • Utilizar elementos de la casa: sillas, botellas plásticas rellenas con agua o arena, latas de conservas, sogas, palos de escoba o escobillones, pelotitas de tenis o plásticas.
  • Hacer series de tres o cuatro pasadas con 12 a 20 repeticiones con intensidad moderada.
  • Poner música. Esto incentiva la realización del ejercicio que, por el encierro y la repetición, a veces puede tornarse más aburrido.
  • Caminar y moverse dentro en la propia casa es una buena opción. Despejar lo más posible de obstáculos y eventuales elementos que puedan causar golpes. Si se tiene escaleras o escalones usarlos para subir y bajar.
  • La duración del ejercicio determina su utilidad. Aunque siempre es bueno el ejercicio, tiene distintas fases de funcionamiento. En la primera etapa de quema de combustible, los músculos usan su propia reserva de azúcar. En la siguiente, se usa el azúcar acumulado en el hígado, que es transportada por el torrente sanguíneo a los músculos. Y es a partir de los 30 a 40 minutos de ejercicio cuando el cuerpo empieza a quemar grasa en forma de ácidos grasos.
  • Un valor seguro y cómodo para realizar actividad física tras un pico de glucemia es en 150 o 160. Hay que hacerla dentro de los rangos normales de cada organismo, de todos modos. Para cada caso de diabetes es distinto: pero los valores van de 120 a 160.
  • Un riesgo de la actividad física es tener una hipoglucemia hasta doce horas después. Son elementos metabólicos que deben controlar los médicos y dependen de cada organismo.
  • La actividad física debe adecuarse en intensidad a cada individuo para evitar tanto la hipo como la híperglucemia. El trabajo debe ser entre especialistas de nutrición, especialistas en diabetes y en ejercicio físico.

Por último, recordá que siempre es un importante realizar calentamiento previo y un enfriamiento posterior con elongación muscular.

En el siguiente video encontrarás varios ejercicios del Prof. Nicolás Arce en el Facebook de la FAD. Encontrarás ejemplos muy prácticos para realizar en tu casa.

Los ejercicios son parte de una interesante charla organizada por la FAD, en donde el profesor da recomendaciones y contesta consultas del público. A continuación compartimos el video completo.

Edulcorante y diabetes

Ante la crisis sanitaria y la dificultad para hacer ejercicio en modo normal, y pese a que de todos modos es clave para los pacientes con diabetes poder realizar una rutina cotidiana de ejercicios aún en sus hogares, la alimentación saludable se torna vital como aliada para ayudar en la regulación del azúcar y estabilizador. Y entre los detalles que hacen a una alimentación sana entran en juego los azúcares y los edulcorantes no calóricos de reemplazo.

Si bien en 2014 hubo una polémica mundial por la presentación de una serie de estudios en congresos de diabetes en Europa que aseguraban que el uso excesivo y continuado de edulcorantes de reemplazo podía provocar intolerancia al azúcar y, como consecuencia, un aumento en la proliferación de la diabetes tipo 2, aún hoy no se ha podido comprobar fehacientemente esta correlación. Por otro lado, el uso de edulcorantes sigue siendo uno de los factores esenciales que nutricionistas, diabetólogos y especialistas del área recomiendan para los pacientes con diabetes en el manejo de la glucosa en sangre. Así lo explica la Dra. Marcela de la Plaza, médica especialista en Nutrición y Diabetes.  MN 57804, a través de las publicaciones de la Federación Argentina de Diabetes.

En ese sentido, una de las recomendaciones salientes de especialistas de todo el mundo y de las sociedades y fundaciones nacionales de diabetes -incluidas la Fundación Argentina y la Sociedad Argentina de Diabetes- es la de chequear permanentemente el etiquetado de productos alimenticios antes de comprarlos. Por dos cuestiones: porque no todos los edulcorantes son inocuos para los pacientes con diabetes y porque algunos alimentos que no contienen azúcares agregados sí tienen otros elementos que pueden transformarse en glucosa durante la digestión y metabolización en el cuerpo. Es el caso del sorbitol, por ejemplo, un endulzante natural que suele estar presente en frutas como manzanas, duraznos y ciruelas, que muchas veces están en yogures y productos considerados libres de azúcar. “La fructosa como edulcorante y el jarabe de maíz de alta fructosa deben evitarse porque sus excesos podrían elevar el peso corporal, los TG y el ácido úrico”, explican más de una veintena de médicos en el paper sobre Hipertensión Arterial y Diabetes que fue publicado en 2015 en el número 49* de la revista oficial de la Sociedad Argentina de Diabetes.

Según las publicaciones y recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, los pacientes con diabetes deben reemplazar el consumo de azúcar por el de edulcorante. Se trata de aquellos edulcorantes con bajo o nulo aporte calórico y nutritivo, a base de aspartamo, sacarina o sucralosa.

Recordá siempre consultar a tu médico o a un especialista en nutrición que te va a saber ayudar a mantener una alimentación adecuada incluyendo consejos y recomendaciones adaptadas las particularidades de cada paciente.

Más información en:

Diabetes y deshidratación: el peligro del círculo vicioso

El dato clave que vincula deshidratación y diabetes es el silencio: si la diabetes es la enfermedad silenciosa, que a veces no se diagnostica, que no se percibe porque no provoca dolor o síntomas agudos, la deshidratación -o su manifestación tardía que es la sed- también puede pasar desapercibida. Y hay más: la deshidratación y la suba de azúcar propia se retroalimentan y se agudizan mutuamente.

¿Cómo es?

La deshidratación es la disminución temporal de agua en el organismo y, aunque es un mal que pueden sufrir todos, es más peligrosa en los pacientes con diabetes: ¿por qué? Porque además que todo organismo padece ante la pérdida de líquido y puede ver afectado su normal funcionamiento, el nivel de azúcar en sangre aumenta notablemente con la deshidratación. De este modo, un paciente con diabetes tiende a la deshidratación a la vez que una persona con diabetes estabilizada, que se deshidrata por no ingerir líquido suficiente, puede descompensarse.

Además, en los pacientes diabéticos mayores, se produce un problema conjugado porque a la diabetes y la deshidratación se le puede añadir problemas renales, con la urea y la creatinina, explica la diabetólogay especialista en nutrición Zulema Stolarza (MN44455), porque ante un aumento en los valores de glucemia se produce mayor eliminación por vía de la orina, lo que aumenta la deshidratación.

A raíz de este modo de actuar del organismo, se aconseja que los adultos con diabetes ingieran hasta un 10 o 20 por ciento más de líquido que las demás personas: si un adulto promedio debe incorporar -porque su cuerpo ha de eliminarlo- alrededor de 2,5 litros al día, un diabético precisa entre 2,8 y 3 litros.

 “Los adultos mayores, además, tienden a consumir poco líquido porque temen levantarse mucho de noche y caerse, entre otras cosas, lo que aumenta el riesgo de deshidratación”, explica la Dra. Stolarza, coordinadora del servicio de dibetología y nutrición del Hospital Milstein y responsable del PAMI en esa área.

Estar correctamente hidratados favorece a la eliminación de toxinas y regula la temperatura corporal. Además, el líquido transporta nutrientes, ayuda en el proceso de digestión, protege articulaciones y estructuras; en suma, el agua es clave para el ser humano y lo es más para la regulación de azúcar en los pacientes con diabetes.

Síntomas posibles

Uno de los datos a tener en cuenta para observar las señales del cuerpo son la sed, la orina frecuente -y de tonos más oscuros- y la sensación recurrente de cansancio. El problema reside en que la sed es una señal que demora en llegar al cerebro, por lo que, para cuando se percibe, se ha perdido un importante porcentaje de líquido corporal (cercano al 3%). “La sed aparece cuando el paciente ya está deshidratado”, explica la Dra Stolarza. Por eso, el consejo de los especialistas médicos y nutricionales es que los pacientes beban líquido aún antes de sentir sed. Del mismo modo ocurre con los niños pequeños, a quienes se aconseja educarlos en el consumo abundante de líquido. Y también ocurre con la sequedad de la piel, que padecen los pacientes con diabetes,  para lo que se aconseja mantenerse sobre hidratado y utilizar hidratantes corporales: cuando se ve la piel lastimada suele ser tarde.

La pérdida de agua torna la sangre más espesa, lo que se conoce como hiperosmolaridad. De este modo, con la falta de líquido, que puede ser producto del ejercicio, de no respetar las rutinas alimenticias y medicamentosas, del calor, de sed mal administrada o incluso de fallas renales no detectadas, se produce una suba del sodio y la glucosa. El organismo, para compensarse, va tomando el líquido de diferentes partes del cuerpo y es por eso que, muchas veces, la deshidratación del paciente con enfermedad diabética puede llevar a este estado de hiperglucemia e hiperosmolaridad, que trae aparejada sensación de cansancio, aletargamiento o incluso desmayos, explican desde el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos.

Este estado de deshidratación puede ser potencialmente grave si no se atiende a tiempo, informan las asociaciones de diabetes alrededor del mundo. Si tenés diarrea, orinas sin retener líquido, sentís desorientación, dolores de cabeza y mareos, o vómitos; o si tenés manos y labios azules, mucha sed y pasas largos períodos -de varias horas- sin orinar, debieras acudir al médico en forma inmediata.

Otra recomendación importante en relación a la dieta para prevenir la deshidratación en general es mantener una dieta variada y adecuada, con ingesta abundante de frutas y verduras, que contienen grandes proporciones de líquido y ayudan a sostener el cuerpo hidratado.


Otras notas de interés y fuentes consultadas para la elaboración de esta nota:

Sociedad Argentina de Diabetes
http://www.diabetes.org.ar/

American Diabetes Asociation
https://www.diabetes.org/

Deshidratación (Federación Mexicana de Diabetes)
http://fmdiabetes.org/glossary/deshidratacion/

Prevenir la deshidratación, clave en casos de diabetes
http://www.dicyt.com/noticias/prevenir-la-deshidratacion-clave-en-casos-de-diabetes

Sugerencias para prevenir efectos secundarios en la práctica deportiva en personas con diabetes

Por Dr Fernando Krynski
Coordinador del Comité Educación y Actividad Física de la SAD
(
www.diabetes.org.ar)

La diabetes es una enfermedad cuyo tratamiento se basa en cuatro pilares: la educación, la dietoterapia, el ejercicio y el tratamiento farmacológico

La práctica de actividad física no solo es útil, sino imprescindible, para retardar la aparición de la diabetes (prevención primaria), evitar la progresión de  la  misma (prevención secundaria) y una vez instaladas las complicaciones crónicas que estas no sean invalidantes, así como mantener hemoglobinas glicosiladas en rango, perfil lipídico adecuado, mejoría del peso, y de  tensión arterial

Es esencial la evaluación previa a la práctica en lo cardiovascular, en lo clínico diabetológico y traumatológico

Se sugiere realizar ejercicios aeróbicos, continuos, de bajo impacto como caminata, ciclismo, natación o con poca carga en ciclos progresivos hasta llegar a los 150 minutos semanales

No se debe realizar actividad física en ayunas, siempre colación previa

En los pacientes que reciben insulina se debe adecuar la dosis ya sea disminuyendo o aumentando la ingesta previa, en relación a la intensidad del mismo, para evitar hipoglucemia

La hidratación es determinante, antes, durante o después del ejercicio ,3 litros de líquido, bebidas azucaradas, con minerales y abundante agua

El calzado debe ser con buena base, las medias sin costuras

El ejercicio salva vidas pero no realizarla en las condiciones sugeridas especialmente en pacientes con diabetes puede deteriorar el control metabólico y la calidad de vida

El ejercicio, la comida y…las fiestas

Durante sus charlas, el profesor de educación física y paciente diabético tipo 1, Jorge Luna suele comenzar indicando que los días tienen 1440 minutos y se propone que nos tomemos solo 30 de ellos para realizar actividad física. Parece una propuesta sencilla, regada de optimismo comparativo, pero tiene una función clara: está científicamente comprobado que el ejercicio físico mejora la calidad de vida de todas las personas, pero especialmente es crucial para el paciente con diabetes.

Tanto así, que la actividad es considerada uno de los cuatro pilares fundamentales del tratamiento para diabéticos, junto a la alimentación, el conocimiento o educación sobre la enfermedad y, en última instancia, los medicamentos. Así lo establecen todas las publicaciones y recomendaciones de la Federación Argentina de Diabetes.

Los beneficios son variados e inmediatos y han sido largamente documentados. Desde la disminución y control de la glucemia, hasta regularizar la tensión arterial, contribuir al control del peso, mejorar el perfil lipídico -valores de triglicéridos y colesterol-, ayudar en la función cardiovascular, mejorar la sensibilidad a la insulina por entre 12 y 72 horas e incluso bajar los niveles de hemoglobina glicosilada.

Hacer deporte disminuye el estrés, nos hace sentir mejores anímica y físicamente, y ayuda a controlar el peso a nivel general. En el caso específico de los diabéticos, la actividad debe ser acorde a la edad, al estado físico previo y al control metabólico, y para ello los especialistas recomiendan una actividad aeróbica, aquellas de baja intensidad que involucran a grandes grupos musculares -con una duración mínima de 30 minutos y una duración óptima de 60 minutos- y que ayudan a quemar grasas e hidratos.

Algunas buenas opciones son la caminata, la bicicleta, la natación, el baile, el remo, la gimnasia acuática, el Yoga o el trote…y uno de los secretos mejor guardados: hacer ejercicio una hora o en dos tandas de 30 minutos al día tiene el mismo beneficio.

Siempre antes de hacer ejercicio se debe verificar el nivel de azúcar y, al comenzar, conviene hacerlo despacio y en forma gradual. En el camino hacia la mejora física hay que prestar atención a las señales del propio organismo, no sobre exigirse, contar con reaseguros ante eventuales bajas en el azúcar -un rescate de hidratos de carbono de acción rápida (glucosa, caramelos o bebidas con azúcar)- y estar alerta a los signos ligados a una posible hipoglucemia durante o varias horas después del ejercicio. Además, durante el ejercicio y al finalizar, se debe chequear e hidratarse permanentemente.

Todos estos datos son claves a la hora de pensar el modo de planificar la alimentación y ejercitación durante el verano y los días que se avecinan. Con las fiestas, los excesos están a la orden de día. “Es ideal mechar más actividad física en época de fiestas. Aunque no esté estipulado, es bueno aprovechar el día siguiente para poder caminar un poco más y moverse”, agrega Luna, mientras advierte “tener cuidado con el calor, porque baja la glucemia y hay que hidratarse mucho”.

En ese sentido, cabe destacar que es fundamental regular el azúcar antes de la actividad: primero hay que tener menos de 250 mg de azúcar en sangre y, si está bajo los 90mg, se corre riesgo también de entrar en hipoglucemia por la combinación de actividad y el calor. Un detalle que puede ayudar es saber que en actividades de 30 min la glucemia puede descender hasta 10 a 12 horas luego; mientras que en actividades de 60 min o más la glucemia puede descender hasta 24 horas más tarde.

“El paciente con diabetes es proclive a comer de más en las fiestas y como es una enfermedad que no duele, no va a sentir un dolor estomacal, por eso antes de hacer ejercicio deberán chequear la glucemia”, insiste Luna.

Y si bien el ejercicio físico previo puede ayudar a mejorar los valores de cara a la sobrealimentación posterior, lo cierto es que para bajar una cena promedio de Navidad o Año Nuevo haría falta caminar por horas. Lo más importante, lo que debe quedar claro, es que en las fiestas debe prevalecer la mesura.

Los excesos

Es tan natural cometer excesos con alimentos y bebidas en la época de cierre del año que el nutricionista Alejandro Ugarte elaboró en su web varias notas específicas. Para evitar la tendencia, el doctor sugiere dos cuestiones centrales: la primera es mentalizarse en que no es la última cena, sino solo un encuentro más; la segunda es mantener una alimentación variada y saludable toda la semana, para incluir en el plan el exceso -siempre moderado en el caso del diabético- que se avecina.

“Proponete esto -dice-: mantené un “registro” mental de lo que estás comiendo. El día de la fiesta, cumplí con todas tus comidas como cualquier otro día (desayuno, almuerzo y merienda). Tenés que ir a esa cena o salida sin hambre. Lo ideal en la previa a esas salidas o “comilonas” familiares es no ir con muchas horas de ayuno”.

A la vez, insiste en la importancia de tomar el control de la situación, identificar lo que se desea comer, servírselo en porciones medidas y, sobre todo, no repetir el plato. “Es posible pasar por las”fiestas” sin que se conviertan en “comilonas”, dice el doctor y habrá que poner en práctica sus consejos para lograrlo.

Día Mundial de la Alimentación (saludable)

El 16 de octubre se celebra cada año el Día Mundial de la Alimentación a instancias de la Organización de las Naciones Unidas. Y si bien es una fecha especial para hablar de alimentos y se trabaja anualmente en todo el mundo para combatir el hambre, este año se coordinan esfuerzos especiales bajo el lema “Una alimentación sana para un mundo con #HambreCero” y se pone el foco también en la epidemia de obesidad y sobrepeso global.

En el universo de los diabéticos la alimentación saludable es parte esencial del tratamiento, tanto preventivo como para mejorar la calidad de vida y mantener los valores clínicos sin alteraciones.

Algunos consejos que los especialistas recomiendas y que reunimos aquí en este #DíaMundialDeLaAlimentación

  • Hacer Cinco comidas diarias para evitar fluctuaciones en los niveles de glucemia. Es importante respetar intervalos y evitar grandes períodos de ayuno.
  • Realizá un plan de alimentación individualizado con tu médico. Si bien las recomendaciones generales sirven, es bueno que cada organismo reciba la alimentación que precise.
  • Alimentos recomendados: La clave es la variedad en la alimentación siguiendo un plan. Debe incorporar verduras, frutas (naranjas, bananas, manzanas, uvas o frutillas), granos (preferentemente integrales), proteínas (carnes y huevo, o algunas legumbres), lácteos bajos en grasas.
  • Beber mucha agua, al menos dos litros diarios.
  • El consumo de alcohol debe ser moderado y estar sujeto a control médico, porque es un potente hipoglucemiante: aumenta el azúcar.
  • Consumir alimentos ricos en fibra como cereales, frutos secos y legumbres, además de frutas y verduras, ayuda a controlas las elevaciones bruscas de glucemia.
  • Es mejor usar alimentos con grasas saludables para el corazón como aceite de oliva o canola, nueces y semillas, palta o algunos tipos de pescado como atún, caballa y salmón.
  • Los prohibidos: fritos y con grasas saturadas, los que tienen alto contenido de sal, las golosinas, y las bebidas con azúcares agregados.

Fuentes: National Institute of Diabetes and Digestive Kidney diseases  / Fundación Española del Corazón / Recurso: https://www.cdc.gov/diabetes/ndep/pdfs/55-ricas-recetas-508.pdf

Día mundial del Corazón: el delicado vínculo de la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares

Como cada año y desde 2000, a instancias de la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la OMS y la UNESCO este 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, con el foco puesto en generar entornos saludables y concientizar en la prevención de la población sobre los riesgos y las formas de evitar sufrir enfermedades cardiovasculares. Estas constituyen la primera causa de muertes prematuras en todo el mundo -con más de 17 millones de muertes anuales- y desde la Sociedad Cardiológica Argentina se sumaron a la Organización Mundial de la Salud en el proyecto 25×25 para bajar la mortalidad un 25% a causa de enfermedades no transmisibles para 2025. El foco una vez más, se coloca en prevención dado que gran parte de estas muertes se podrían prevenir fácilmente con ejercicio, alimentación saludable, menos azúcar, menos sal y sin tabaco, por ejemplo.

Hipertensión y Diabetes

El estrecho vínculo entre diabetes y enfermedades cardiovasculares suele darse a través de la hipertensión arterial: otra enfermedad silenciosa porque no tiene sintomatología visible. La hipertensión arterial y la cardiopatía vinculada a ella es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular. Además, al igual que la diabetes, la hipertensión es una enfermedad silenciosa que puede ir dañando al corazón año a año sin notarlo hasta que el problema se torna grave. Otro detalle clave en el vínculo entre hipertensión y diabetes se da porque los estudios clínicos y académicos a la fecha han demostrado que la prevalencia de la hipertensión en pacientes con Diabetes T2 es muy alta: “La prevalencia de la hipertensión arterial (HTA) en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es 1,5-2 veces superior que en pacientes no diabéticos. Por otra parte, los hipertensos tienen un riesgo 2,5 veces superior de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. De esta forma entre un 50 y un 60% de los diabéticos son hipertensos, porcentaje que aumenta con la edad.*

Una vez más, la clave está en la prevención, en llevar una vida saludable y en chequeos periódicos. Y una vez detectada la enfermedad -sea diabetes o sea hipertensión- en controlar con el médico la medicación apropiada.

 

*Fuente:  Sowers JR, Epstein M, Frohlich ED. Diabetes, hypertension and cardiovascular disease. Hypertension 2001; 37: 1053-59.

 

Consejos para prevenir problemas cardiovasculares en personas con diabetes

Los problemas cardiovasculares son la principal causa de muerte para los diabéticos, con casi el 60% de incidencia. Para prevenir eso, te pasamos una serie de consejos muy sencillos:

Una dieta equilibrada que controle el azúcar en sangre, el colesterol, la presión arterial y el peso. Hay que evitar, en la medida de lo posible y con seguimiento médico, alimentos con alto contenido en grasas saturadas, azúcar y sal.

Actividad física. El ejercicio ayuda con el peso, con la presión arterial, con el nivel de lípidos y la salud del corazón en su conjunto. No hay reglas para todos, pero un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada al día es un buen comienzo. También se puede hacer varias series breves para quienes vean la vara de 30 minutos como algo demasiado desafiante.

Un clásico que no siempre se cumple: nada de tabaco.

La medicación, en tiempo y forma. Respetá la receta del médico y controla constantemente el nivel de azúcar.
Mantener a raya el estrés. No es fácil en zonas urbanas y en algunos contextos, pero es clave aprender a controlar algunas emociones por su vínculo directo con el desajuste hormonal.

Top 5 de alimentos para la diabetes

Un ABC, una pequeña gran lista que no puede faltar como ayuda memoria y, porque no, como recetario de bolsillo a la hora de preparar nuestro alimento de cada día.

La mayoría de ellos son del reino vegetal y aportan unas sustancias especiales denominadas “fotoquímicos” que cumplen una función protectora de la salud retrasando los procesos del envejecimiento de los tejidos, en la diabetes muy agravados por la hiperglucemia. La ADA (Asociación Americana de Diabetes) los ha elegido y aquí los mencionamos:

1. TOMATE: consumido fresco, en salsa, en jugo, licuado o bien como condimento concentrado (kétchup). No es fuente de carbohidratos, por lo que es de consumo libre en cualquier plan alimentario. Aporta muy pocas calorías (una manzana tiene las calorías de medio kilo de tomate); lo que lo hace muy útil en el plan de la persona con sobrepeso.

2. LEGUMBRES: porotos, garbanzos, lentejas y arvejas. Son fuente de hidratos de carbono de bajo índice glucémico. Aportan proteínas y hierro por lo que son reemplazo de la carne en las dietas vegetarianas, y excelente fuente de fibra, potasio y magnesio en la comida habitual. Pueden utilizarse enriqueciendo ensaladas en verano. Pueden aprovecharse enlatadas teniendo la precaución de escurrirlas y enjuagarlas para evitar el exceso de sodio en el caso del hipertenso.

3. VEGETALES DE HOJA VERDE OSCURA: acelga, espinaca, berro, rúcula. Prácticamente no tienen hidratos de carbono, son fuente de fibra y de vitamina A. Se pueden consumir libremente en una dieta saludable, inclusive para adelgazar.

4. PESCADO RICO EN GRASA OMEGA 3: salmón, sardinas, caballa, jurel, arenque, atún. El tipo de grasa que contienen es básicamente antiinflamatoria por lo que beneficia por sus
efectos sobre la diabetes, la hipertensión, los triglicéridos y la artritis. Mejora el sistema defensivo del organismo.

5. FRUTOS SECOS: nueces, almendras, castañas, maníes. Aportan muy pocos hidratos de carbono, alto contenido en grasa de buena calidad y proteínas. Son fuente de minerales (calcio, potasio y magnesio) así como de vitaminas del grupo B. Cuando existe sobrepeso hay que controlar la porción ya que son alimentos hipercalóricos.

Es bueno recordar que, en la diabetes, NO HAY ALIMENTOS PROHIBIDOS, pero que la buena salud nos pide elegir mejor lo que comemos cada día. Y no olvidarnos, que para una buena salud, no todo es la comida… ser activos, dormir lo suficiente, no estar estresados y tener fuertes conexiones sociales, son aspectos que la FAD, y la gente que trabaja en asociaciones, los tenemos como bandera.

Dra. Marcela de la Plaza Medica especialista en Nutrición y Diabetes MP 52497 – MN 57804

Fuente: Federación Argentina de Diabetes (FAD) / www.fad.org.ar

Imágenes: Wikimedia / Autores TamorlanTrabajo propio, CC BY 3.0, Enlace / De Original photo by and (c)2007 NaJina McEnany. Photo prepared by User:Ram-Man. Used by permission. – NaJina McEnany, CC BY-SA 2.5, Enlace
/ xczcx

‘Pizza’ de atún con vegetales

Ingredientes

1 base de ‘pizza’ para 4 personas.
2 decilitros de salsa de tomate.
200 gramos de atún.
150 gramos de calabacín.
100 gramos de pimientos verdes.
150 gramos de pimiento rojo.
50 gramos de cebolla.
100-150 gramos de queso ‘mozzarella’.

 

Cómo se elabora

Se salsea la base de ‘pizza’ con el tomate. Encima se añade la cebolla muy picadita, el bonito desmigado, los pimientos verdes y rojos, el calabacín y el queso ‘mozzarella’.
Introducimos la pizza al horno, a 200 º C, durante unos 15 minutos.
Se sirve muy caliente.

Información nutricional de esta receta

Info. nutricional Por persona Info. nutricional Por persona
Energía (Kcal.) 287 Grasas (g.) 10,6
Hidratos de carbono (g.) 26,1 Saturadas (g.) 4,3
Raciones Hidratos de carbono 2,5 Monoinsaturadas (g.) 3,3
Proteínas (g.) 21,9 Poliinsaturadas (g.) 2,3
Fibra (g.) 3,1 Colesterol (mg.) 42,2
Sodio (mg.) 706,2 Valores calculados sin sal añadida

Comentario dietético

El resultado de la receta es un plato nutritivamente muy proporcinado: hidratos de carbono de la masa de pizza, proteínas del atún y vitaminas y fibra de las hortalizas. Moderar el aporte de queso es la mejor manera de no convertir esta pizza en un plato grasiento y calórico. Un sustituto perfecto del bocadillo para una comida o una cena equilibrada si se acompaña de una fresca ensalada. Se debe recordar que la porción propuesta en esta receta sería ¼ parte de una pizza de tamaño llamado “mediana”. Las pizzas son platos muy populares y apreciados sobre todo por los más pequeños. Por esta razón, un buen modo de conseguir que consuman verduras es incluyéndolas en una pizza. El queso mozarella es el alimento que más grasas (y más sal) aporta a la pizza, por lo que con un poco para gratinar será suficiente para disfrutar de esta pizza quienes están a dieta y quienes deban controlar la sal. Quienes tienen alergia al huevo deben comprobar si la masa lo lleva, y en ese caso elegir aquella que no lo incorpore.

Fuente: www.fundaciondiabetes.org