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Ejercicios

Ejercicios recomendados para el paciente diabético.

Actividad Física y diabetes: el movimiento es salud

Este 6 de abril se celebra el Día Mundial de la Actividad Física. Francelab consultó a uno de los mayores expertos del país en diabetes y deporte, Nicolas Arce, quien además de profesor de educación física, es el presidente de la Asociación Civil Viedmense Amigos del Diabético y miembro de la Federación Argentina de Diabetes. Su voz está más que autorizada: sabe del tema como paciente, ya que desde los 19 años le diagnosticaron diabetes tipo 1. Y a la vez, se formó en el Instituto de Educación Física de la provincia de Río Negro, donde pudo empezar a relacionar la práctica deportiva con los temas de salud.

“Esta conmemoración nació en el año 2002 por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de advertir sobre las consecuencias del avance del sedentarismo en la sociedad”, contó Arce. 

“Cada vez más personas son sedentarias. No sería tan preocupante si habláramos de los adultos mayores. Lo grave es que cada vez hay más chicos y adolescentes que son sedentarios. Este año, bajo el lema “Movete para vivir”, se conmemora el Día Mundial de la Actividad Física para que tomemos y generemos conciencia entre lo amigos, la familia y los conocidos, que todos realicemos actividad física, tengamos o no diabetes o alguna patología cardiovascular”, explicó el profesor, para luego poner en contexto la fecha: “Esta fecha es especialmente importante para las personas con diabetes. En la actualidad, como sociedad estamos tendiendo mucho al sedentarismo y esto se vio muy marcado en la pandemia. Cuando estuvimos con el aislamiento social obligatorio, por más que hiciéramos cosas en casa todos estuvimos más sedentarios, perdimos el hábito de movernos para todos lados. Con la habilitación de nuevas actividades y los permisos que tenemos para movernos, es muy importante que retomemos toda esa actividad física que hacíamos antes, porque venimos de un tiempo importante de quietud”.

“La idea es fomentar a que la gente haga actividad física, que se mueva, que entienda que la actividad física es una herramienta importantísima en el tratamiento pero también en la prevención de la diabetes tipo 2”, señaló Arce. Y detalló: “Si las personas en riesgo de tener diabetes, por ejemplo las personas que tienen obesidad, sobrepeso, o que tienen alguna otra patología cardiovascular asociada, hacen actividad física pueden tener una mejor calidad de vida y en algunos caso evitar que esa diabetes tipo 2 aparezca y si no lo logramos lo que sí podemos hacer es tener un mejor control”. 

El experto destacó que “es muy importante que los pacientes que ya tienen diabetes tengan en cuenta que la actividad física es un pilar más del tratamiento, igual de importante que la medicación, la alimentación o la educación. Tenemos que revalorizar la actividad física como una herramienta para tener mejor calidad de vida. Recordemos que todos los pacientes con diabetes tienen mayor probabilidad de, a largo plazo, tener algún problema cardiovascular. La actividad física nos ayuda a disminuir ese riesgo”.

Arce distinguió dos tipos de actividades físicas: la cotidiana, que hacemos al movernos de un lugar a otro y la actividad física planificada. Y recomienda “aumentar cada vez más el desarrollo esas actividades para ser menos sedentarios”

¿Cómo? A continuación algunos consejos:

“Bajarse antes del colectivo y caminar unas cuadras, subir y bajar las escaleras y no por el ascensor, dejar el auto más lejos y llegar caminando al lugar a donde vamos, salir a pasear con nuestra mascota, jugar con los más chicos de la casa”, propone Arce.

Además, es fundamental “la actividad física planificada”. “Es lo que nos permite cuantificar, al tener una serie de rutinas de actividades o ejercicios”. 

Para esto es necesario tener en cuenta algunos aspectos. 

  • “La duración de la actividad, para los pacientes con diabetes se recomienda que sea mayor a media hora, tratando de sumar al menos 150 minutos semanales.” 
  • “La intensidad, la fuerza y la energía que se necesita para realizar esa actividad. Tiene que ser de intensidad moderada, para poder sostenerla en el tiempo. Trabajar con mucha cansa y eso no es bueno.” 
  • “La frecuencia de la actividad física. Lo ideal es hacerlo todos los días de la semana, o como mínimo cinco días a la semana.”
  • “La actividad física tiene que estar relacionada con la alimentación, con un plan alimentario. Los profesionales de la alimentación tienen en cuenta la cantidad de actividad física que hacemos, para que la alimentación se complementa con la actividad física, tienen que ir de la mano. No sirve de nada alimentarse bien y no hacer ningún tipo de actividad física como tampoco sirve de nada hacer mucha actividad física y alimentarse mal las dos cosas tienen que ir de la mano y en un justo equilibrio.”
  • ”La hidratación. No hay que esperar a tener sed para tomar agua, tenemos que tomar pequeñas cantidades de agua, antes, durante y después de la práctica. Tiene que ser de forma individual, cumpliendo el protocolo, que cada persona utilice su fuentes de hidratación. Con el agua potable alcanza, salvo que nuestro médico o entrenador prescriba lo contrario, como alguna bebida isotónica.”
  • “La vestimenta que elegimos, tiene que ser acorde. El calzado tiene que ser cómodo, proteger el pie, con una buena suela para darle seguridad a nuestra actividad física. Las medias no tienen que tener costuras ni bordes, preferentemente claras. Es muy importante que antes y después de hacer actividad física, revisemos nuestros píes, veamos cómo están, si hay alguna herida o algo.” 
  • “Ante cualquier signo o síntoma extraño que se pueda producir durante la práctica hay que suspender y contactar en seguida con el médico. La buena comunicación con el médico es una de las claves para que la práctica sea segura.”
  • “Ante la presencia de una hipoglucemia hay que suspender la práctica deportiva y corregir la situación. Para esto vamos a necesitar monitorear nuestra glucemia, nuestro médico de cabecera nos va a indicar la frecuencia y la cantidad en el tiempo antes, o si utilizamos algún dispositivo de medición continua lo podemos hacer mientras hacemos la actividad física. Eso lo va indicar el equipo médico. Al igual que los ajustes que tenemos que hacer con nuestra insulina o si se utilizan hipoglucemiantes orales. Los médicos indican los ajustes.
  • “Lo ideal es hacer actividad física aeróbica, es la que vamos a hacer para el cuidado de la salud, de moderada intensidad y larga duración, de al menos una hora, no podemos tener la glucemia alta, si tenemos diabetes de tipo uno y tenemos la glucemia alta tenemos que hacer un chequeo de cetonas. Si hay presencia de cetonas no está indicado hacer actividad física. Primero, hay que corregir esta situación y después hacer actividad física, con control médico. Si la glucemia está en 200 miligramos se puede hacer, pero tiene que ser muy controlada. Si la glucemia está muy baja, cercana a los 70 miligramos, a una zona de valor de glucemia normal en ayunas o menor, hay que hacer una ingesta antes.”
  • “Las aplicaciones digitales al servicio de los deportes, como los cuenta pasos, los programas que van cuantificando la distancia que hacemos en una caminata o cuando salimos a pedalear o las calorías que quemamos en un una clase de actividad física o sesión de gimnasio, realmente son muy útiles, están muy buenas, ayudan a motivarnos. Ver nuestras metas y ajustarlas ayudan a tener idea de lo que estamos haciendo. Y después charlar tanto con nuestro médico como con nuestros entrenadores, para que podamos analizar estos valores y ver o modificar los objetivos.”
  • “Si la persona usa insulina, hay que evitar que el músculo que predomina en esa actividad sea el sitio donde se aplicó la insulina. Por ejemplo, si se sale a caminar, no hay que aplicarse la insulina en las piernas, que es el grupo muscular que predomina en esa actividad entonces va a hacer que se absorba más rápido y puede producir una hipoglucemia. Mejor inyectar la insulina en los brazos o en la panza.” 
  • “Hay que tener a mano el kit de automonitoreo, alguna fuente de hidratos de carbono o de azúcar por si tenemos una hipoglucemia, un caramelo, sobrecito de azúcar, algun gel de glucosa, algún jugo, todo lo que nos puede ayudar a salir de una hipoglucemia.”
  • “Hacer actividad física acompañados ayuda a que sea más llevadero, de forma solitaria no sirve tanto motivacionalmente, en grupo nos une cada vez más y nos motiva, nos lleva a que sigamos constantemente haciendo ejercicios.” 
  • “No hay excusa para no hacer actividad. Las personas que tienen complicaciones por el avance de su diabetes también tienen que hacerlo, pautada con el equipo médico o los profes de educación física. Hay un montón de actividades que podemos hacer, como bailar, trotar, caminar, ir al gimnasio, ir a clase de gimnasia grupal, hacer pilates , stretching: lo importante es que nos guste y nos mantenga motivados.”

Día mundial de la actividad física

Hoy, 6 de abril, se celebra el día mundial de la actividad física en todo el mundo como parte de una campaña por una vida saludable y mejorar las condiciones y calidad de existencia de las personas. Para los pacientes con diabetes es, además, una oportunidad especial para fortalecer esa parte clave del tratamiento que es el ejercicio físico. Como continuidad con las propuestas de los últimos meses, les traemos nuevas propuestas para que empiecen a ejercitarse hoy mismo. 

Aunque el calor está cediendo en nuestro hemisferio, aún es importante regular el horario de moverse. Si los días son muy húmedos o calurosos, es preferible ejercitarse en la mañana, que además favorece al metabolismo. Sobre todo, al aire libre.

La actividad física es esencial para estabilizar los niveles de un paciente con diabetes, pero recordá siempre controlar la glucemia antes de empezar. Como explican el profe Nicolás Arce y la profe Cecilia Modi, los valores marcan lo que nuestro cuerpo precisa: si la glucemia está muy alta (250 mg/dl y hay presencia de cuerpos cetónicos) no deben realizar actividad física y deben comunicarse con su equipo médico. Si la glucemia está en rangos normales (70 – 140 mg/dl) sería conveniente realizar una colación (siempre hablarlo previamente con la o él nutricionista); y si la glucemia está en 70 mg/dl o menos, no recomendamos hacer actividad física.

Un tip que suele olvidarse, pero es preciso recordar: si se usa insulina, debe evitarse trabajar el grupo muscular donde se la ha inyectado (se absorbe más rápido y puede bajar demasiado la glucemia).

La glucemia debe volver a controlarse unas horas después de terminar, ya que el efecto de la actividad física continúa. Para evitar descompensaciones, es bueno tener a mano caramelos, un jugo o azúcar en caso de que la glucemia baje mucho. Algunas señales de malestar a tener en cuenta: náuseas, mareos, dolores de cabeza o cansancio anormal son síntoma de agotamiento por calor o actividad intensa. Si esto sucede, se debe interrumpir, beber abundante agua y descansar en un lugar fresco. Si los síntomas continúan, es fundamental consultar a un médico rápidamente.

Como siempre decimos, lo más importante es hacer actividad física en un modo sano y confortable. Ropa cómoda, calzado adaptado que no nos lastime y abundante hidratación. Hoy, 6 de abril, es el día para empezar: ¡a moverse!

Cinco tips más para ejercitar en verano

Como anticipamos, vamos a seguir publicando nuevos consejos y sugerencias para uno de los puntales del tratamiento de la diabetes: la actividad física. Ahora, con el foco puesto en el ejercicio y el verano, aprovechemos nuevos tips que nos traen los profes Nicolás Arce y Cecilia Modi.

Si ya habíamos hablado la noción de aprovechar a ejercitar en los desplazamientos cotidianos, ahora sumamos cómo podemos trabajar con nuestro propio peso:

  • A las actividades ya mencionadas, deberíamos complementarlas con trabajos de fuerza con nuestro propio cuerpo (sentadillas, flexiones de brazos en el piso o contra la pared) o con otros elementos (bandas elásticas, mancuernas o pesas de poco peso) al menos 2 veces a la semana.
  • En verano debemos minimizar los riesgos frente a las altas temperaturas, ya que es importante considerar que durante el ejercicio físico se pierde una mayor cantidad de agua corporal, como consecuencia del mayor gasto energético y por el aumento de la temperatura corporal.
  • Antes de comenzar la rutina, realizar un calentamiento previo. Y al finalizar hacer ejercicios de estiramiento que son esenciales para evitar lesiones.
  • Utilizar protector solar en las partes del cuerpo que queden expuestas, como brazos y piernas. Evitar la exposición en los horarios de mayor radiación solar.
  • Se recomienda el uso de zapatillas deportivas que tengan buena amortiguación y permitan cuidar la estructura ósea y articular.

Y, como nos dije la profe Modi en la nota anterior, recuerden: “La intensidad y duración del ejercicio siempre estará dada por la condición física de la persona”.

En unas semanas, les traemos nuevos consejos. ¡A moverse!

TIPS para ejercitarnos en el verano

Desde ahora y hasta que termine el verano, les iremos compartiendo algunos consejos saludables para mantenernos en movimiento sin poner en riesgo el físico y sin descuidar los valores de glucemia y las señales que nos da el propio cuerpo. Para eso, contamos con la colaboración de profesores de educación física especializados en el trabajo con pacientes con diabetes: Nicolás Arce y Cecilia Modi.

La Organización Mundial de la Salud recomienda 150 minutos de ejercicio moderado semanal con actividades de fortalecimiento muscular para reducir factores de riesgo y enfermedades crónicas como la diabetes, las afecciones cardiovasculares, la osteoporosis y la hipertensión, entre otras. Además, colabora con el mantenimiento de un peso adecuado. Por eso, el profe Arce nos propone rutinas de media hora por día que sean complementadas con movimientos extra:

“Es clave el aumento de la actividad física cotidiana como desplazamientos de un lugar al otro caminando, subir y bajar las escaleras en vez de usar el ascensor, pasear mascotas, bajarnos antes del trasporte público y caminar unas cuadras, tareas de jardinería o del hogar y que, cuando estamos sentados o en una posición sedentaria, cada 1 hora nos pongamos de pie y realicemos algunos movimientos”.

Con esa idea y también con la noción de cuidado que el verano y la deshidratación podrían suponer, compartimos estos primeros consejos:

  • Conviene realizar actividades aeróbicas de baja y mediana intensidad. “La intensidad y duración del ejercicio siempre estará dada por la condición física de la persona”, explica la profe Modi.
    Las actividades recomendadas son caminatas, gimnasia acuática, natación, gimnasia en su propia casa o bicicleta por ser de bajo impacto y no tener restricciones de edad.
  • En verano es importante que el que no está acostumbrado a estar en movimiento, empiece de forma muy gradual, e ir incorporando paulatinamente más días y mayores esfuerzos.
  • Es preferible entrenar con ropa clara y gorro.
  • El ejercicio aeróbico puede complementarse con ejercicios de fuerza livianos, utilizando el propio cuerpo, o bandas elásticas o pesas livianas.
  • Siempre la hidratación deberá estar presente antes, durante y después de la actividad y debemos controlar glucemias pre ejercicio. Si la persona tiene Diabetes T1 también deberá controlar glucemias post ejercicio. (más sobre deshidratación)

Algunas notas de nuestro archivo relacionadas con la temática

Ejercicio y cuidados para el pie diabético

La actividad física es fundamental en el tratamiento de pacientes con diabetes, para el control de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Todos, médicos, nutricionistas, fisioterapeutas, todos están involucrados en este proceso. Pero poco se habla de ejercitar los pies y de su cuidado. Como explicó hace tiempo con la especialista Mabel Carrió, el cuidado de los pies requiere medidas especiales.

Para actualizarnos, consultamos a la profesora de educación física Cecilia Modi sobre el tipo de ejercicios pertinentes para los pies del paciente con diabetes.  Ella propone ejercicios para proteger los pies: siempre mirarlos y atenderlos. Como paciente con diabetes, Cecilia aprendió “el valor de educar y de hacer actividad física, los pilares (dentro de los cuatro pilares del tratamiento que completan alimentación saludable y medicación) que más ayudaron en mis primeras épocas, por eso busco transmitir y compartir el ejercicio”.

¿Por qué los pies?

“Para educar y prevenir. Educar en la higiene y el control periódico de la zona, para el uso adecuado de calzado y medias y para prevenir trastornos circulatorios, úlceras y extrema sequedad”, explica Modi.

Ejercicio

Para el ejercicio utilizamos elementos que están en casa:

  • Media
  • Franela
  • Birome
  • Bolsa con gel de hielo (frío, pero sin congelar)
  • Pelota de tenis
  • Un espejo

Modo de ejercitar, paso a paso:

  • Flexión y extensión
  • Rotación
  • Activar articulaciones
  • Chequear sensibilidad
  • Revisión y constatación: ampollas, heridas, el cuidado de la piel.
  • Masajeo y crema: plantas y talones, no entre los dedos.

¿Qué beneficios tiene el ejercicio?

Lo explica Cecilia: “La práctica de actividad física tiene tres tipos de beneficios. En el corto plazo, genera motivación y disminuye resistencia a la insulina o mejora su desempeño; en el mediano plazo, mejora el control metabólico; y en el largo plazo, disminuye el riesgo de sufrir complicaciones”.

Tips para pies:

  • Comprar calzado de tarde o nochecita
  • Comprar medias sin costuras gruesas ni elásticos apretados.
  • Si descubrimos que el elástico ajusta y deja marcas: estirarlo y cortarle algunos hilos para que afloje.
  • Las medias no deben apretar ni bailar en el pie: deben quedar justas.

Ejercicios para hacer en casa durante la cuarentena

La pandemia de coronavirus ha exigido que la mayor parte de la población del mundo entre en confinamiento o cuarentena. Argentina no es la excepción y en el caso de los pacientes diabéticos esto cobra especial relevancia porque es una de las enfermedades y situaciones de riesgo que deben tenerse en cuenta como causantes de mayor gravedad en caso de contraer esta enfermedad.

Pero quedarnos en casa no puede ser sinónimo de mantenernos quietos. La actividad física constituye uno de los cuatro pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes, como nos explicó el profesor Jorge Luna en una nota anterior y es aconsejable que los pacientes con diabetes continúen con rutinas de ejercicio domiciliario.

Para ello, Luna y el equipo de trabajo de la Federación Argentina de Diabetes, junto con el profesor Nicolás Arce, están realizando, desde sus redes sociales, un acompañamiento cercano para los pacientes, con recetas, ejercicios, charlas, conversatorios y otras actividades en vivo. En el caso de los ejercicios, las recomendaciones son las siguientes:

  • Utilizar elementos de la casa: sillas, botellas plásticas rellenas con agua o arena, latas de conservas, sogas, palos de escoba o escobillones, pelotitas de tenis o plásticas.
  • Hacer series de tres o cuatro pasadas con 12 a 20 repeticiones con intensidad moderada.
  • Poner música. Esto incentiva la realización del ejercicio que, por el encierro y la repetición, a veces puede tornarse más aburrido.
  • Caminar y moverse dentro en la propia casa es una buena opción. Despejar lo más posible de obstáculos y eventuales elementos que puedan causar golpes. Si se tiene escaleras o escalones usarlos para subir y bajar.
  • La duración del ejercicio determina su utilidad. Aunque siempre es bueno el ejercicio, tiene distintas fases de funcionamiento. En la primera etapa de quema de combustible, los músculos usan su propia reserva de azúcar. En la siguiente, se usa el azúcar acumulado en el hígado, que es transportada por el torrente sanguíneo a los músculos. Y es a partir de los 30 a 40 minutos de ejercicio cuando el cuerpo empieza a quemar grasa en forma de ácidos grasos.
  • Un valor seguro y cómodo para realizar actividad física tras un pico de glucemia es en 150 o 160. Hay que hacerla dentro de los rangos normales de cada organismo, de todos modos. Para cada caso de diabetes es distinto: pero los valores van de 120 a 160.
  • Un riesgo de la actividad física es tener una hipoglucemia hasta doce horas después. Son elementos metabólicos que deben controlar los médicos y dependen de cada organismo.
  • La actividad física debe adecuarse en intensidad a cada individuo para evitar tanto la hipo como la híperglucemia. El trabajo debe ser entre especialistas de nutrición, especialistas en diabetes y en ejercicio físico.

Por último, recordá que siempre es un importante realizar calentamiento previo y un enfriamiento posterior con elongación muscular.

En el siguiente video encontrarás varios ejercicios del Prof. Nicolás Arce en el Facebook de la FAD. Encontrarás ejemplos muy prácticos para realizar en tu casa.

Los ejercicios son parte de una interesante charla organizada por la FAD, en donde el profesor da recomendaciones y contesta consultas del público. A continuación compartimos el video completo.

Sugerencias para prevenir efectos secundarios en la práctica deportiva en personas con diabetes

Por Dr Fernando Krynski
Coordinador del Comité Educación y Actividad Física de la SAD
(
www.diabetes.org.ar)

La diabetes es una enfermedad cuyo tratamiento se basa en cuatro pilares: la educación, la dietoterapia, el ejercicio y el tratamiento farmacológico

La práctica de actividad física no solo es útil, sino imprescindible, para retardar la aparición de la diabetes (prevención primaria), evitar la progresión de  la  misma (prevención secundaria) y una vez instaladas las complicaciones crónicas que estas no sean invalidantes, así como mantener hemoglobinas glicosiladas en rango, perfil lipídico adecuado, mejoría del peso, y de  tensión arterial

Es esencial la evaluación previa a la práctica en lo cardiovascular, en lo clínico diabetológico y traumatológico

Se sugiere realizar ejercicios aeróbicos, continuos, de bajo impacto como caminata, ciclismo, natación o con poca carga en ciclos progresivos hasta llegar a los 150 minutos semanales

No se debe realizar actividad física en ayunas, siempre colación previa

En los pacientes que reciben insulina se debe adecuar la dosis ya sea disminuyendo o aumentando la ingesta previa, en relación a la intensidad del mismo, para evitar hipoglucemia

La hidratación es determinante, antes, durante o después del ejercicio ,3 litros de líquido, bebidas azucaradas, con minerales y abundante agua

El calzado debe ser con buena base, las medias sin costuras

El ejercicio salva vidas pero no realizarla en las condiciones sugeridas especialmente en pacientes con diabetes puede deteriorar el control metabólico y la calidad de vida

El ejercicio, la comida y…las fiestas

Durante sus charlas, el profesor de educación física y paciente diabético tipo 1, Jorge Luna suele comenzar indicando que los días tienen 1440 minutos y se propone que nos tomemos solo 30 de ellos para realizar actividad física. Parece una propuesta sencilla, regada de optimismo comparativo, pero tiene una función clara: está científicamente comprobado que el ejercicio físico mejora la calidad de vida de todas las personas, pero especialmente es crucial para el paciente con diabetes.

Tanto así, que la actividad es considerada uno de los cuatro pilares fundamentales del tratamiento para diabéticos, junto a la alimentación, el conocimiento o educación sobre la enfermedad y, en última instancia, los medicamentos. Así lo establecen todas las publicaciones y recomendaciones de la Federación Argentina de Diabetes.

Los beneficios son variados e inmediatos y han sido largamente documentados. Desde la disminución y control de la glucemia, hasta regularizar la tensión arterial, contribuir al control del peso, mejorar el perfil lipídico -valores de triglicéridos y colesterol-, ayudar en la función cardiovascular, mejorar la sensibilidad a la insulina por entre 12 y 72 horas e incluso bajar los niveles de hemoglobina glicosilada.

Hacer deporte disminuye el estrés, nos hace sentir mejores anímica y físicamente, y ayuda a controlar el peso a nivel general. En el caso específico de los diabéticos, la actividad debe ser acorde a la edad, al estado físico previo y al control metabólico, y para ello los especialistas recomiendan una actividad aeróbica, aquellas de baja intensidad que involucran a grandes grupos musculares -con una duración mínima de 30 minutos y una duración óptima de 60 minutos- y que ayudan a quemar grasas e hidratos.

Algunas buenas opciones son la caminata, la bicicleta, la natación, el baile, el remo, la gimnasia acuática, el Yoga o el trote…y uno de los secretos mejor guardados: hacer ejercicio una hora o en dos tandas de 30 minutos al día tiene el mismo beneficio.

Siempre antes de hacer ejercicio se debe verificar el nivel de azúcar y, al comenzar, conviene hacerlo despacio y en forma gradual. En el camino hacia la mejora física hay que prestar atención a las señales del propio organismo, no sobre exigirse, contar con reaseguros ante eventuales bajas en el azúcar -un rescate de hidratos de carbono de acción rápida (glucosa, caramelos o bebidas con azúcar)- y estar alerta a los signos ligados a una posible hipoglucemia durante o varias horas después del ejercicio. Además, durante el ejercicio y al finalizar, se debe chequear e hidratarse permanentemente.

Todos estos datos son claves a la hora de pensar el modo de planificar la alimentación y ejercitación durante el verano y los días que se avecinan. Con las fiestas, los excesos están a la orden de día. “Es ideal mechar más actividad física en época de fiestas. Aunque no esté estipulado, es bueno aprovechar el día siguiente para poder caminar un poco más y moverse”, agrega Luna, mientras advierte “tener cuidado con el calor, porque baja la glucemia y hay que hidratarse mucho”.

En ese sentido, cabe destacar que es fundamental regular el azúcar antes de la actividad: primero hay que tener menos de 250 mg de azúcar en sangre y, si está bajo los 90mg, se corre riesgo también de entrar en hipoglucemia por la combinación de actividad y el calor. Un detalle que puede ayudar es saber que en actividades de 30 min la glucemia puede descender hasta 10 a 12 horas luego; mientras que en actividades de 60 min o más la glucemia puede descender hasta 24 horas más tarde.

“El paciente con diabetes es proclive a comer de más en las fiestas y como es una enfermedad que no duele, no va a sentir un dolor estomacal, por eso antes de hacer ejercicio deberán chequear la glucemia”, insiste Luna.

Y si bien el ejercicio físico previo puede ayudar a mejorar los valores de cara a la sobrealimentación posterior, lo cierto es que para bajar una cena promedio de Navidad o Año Nuevo haría falta caminar por horas. Lo más importante, lo que debe quedar claro, es que en las fiestas debe prevalecer la mesura.

Los excesos

Es tan natural cometer excesos con alimentos y bebidas en la época de cierre del año que el nutricionista Alejandro Ugarte elaboró en su web varias notas específicas. Para evitar la tendencia, el doctor sugiere dos cuestiones centrales: la primera es mentalizarse en que no es la última cena, sino solo un encuentro más; la segunda es mantener una alimentación variada y saludable toda la semana, para incluir en el plan el exceso -siempre moderado en el caso del diabético- que se avecina.

“Proponete esto -dice-: mantené un “registro” mental de lo que estás comiendo. El día de la fiesta, cumplí con todas tus comidas como cualquier otro día (desayuno, almuerzo y merienda). Tenés que ir a esa cena o salida sin hambre. Lo ideal en la previa a esas salidas o “comilonas” familiares es no ir con muchas horas de ayuno”.

A la vez, insiste en la importancia de tomar el control de la situación, identificar lo que se desea comer, servírselo en porciones medidas y, sobre todo, no repetir el plato. “Es posible pasar por las”fiestas” sin que se conviertan en “comilonas”, dice el doctor y habrá que poner en práctica sus consejos para lograrlo.

Consejos para prevenir problemas cardiovasculares en personas con diabetes

Los problemas cardiovasculares son la principal causa de muerte para los diabéticos, con casi el 60% de incidencia. Para prevenir eso, te pasamos una serie de consejos muy sencillos:

Una dieta equilibrada que controle el azúcar en sangre, el colesterol, la presión arterial y el peso. Hay que evitar, en la medida de lo posible y con seguimiento médico, alimentos con alto contenido en grasas saturadas, azúcar y sal.

Actividad física. El ejercicio ayuda con el peso, con la presión arterial, con el nivel de lípidos y la salud del corazón en su conjunto. No hay reglas para todos, pero un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada al día es un buen comienzo. También se puede hacer varias series breves para quienes vean la vara de 30 minutos como algo demasiado desafiante.

Un clásico que no siempre se cumple: nada de tabaco.

La medicación, en tiempo y forma. Respetá la receta del médico y controla constantemente el nivel de azúcar.
Mantener a raya el estrés. No es fácil en zonas urbanas y en algunos contextos, pero es clave aprender a controlar algunas emociones por su vínculo directo con el desajuste hormonal.

La importancia de la actividad física en la diabetes

Por Prof. Jorge Luna*

El ejercicio físico constituye uno de los cuatro pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes, junto a la medicación, la dieta y la educación.

Las prácticas generales recomendables para personas con diabetes pueden ser específicas para cada persona (nadar, trotar, andar en bicicleta, saltar la cuerda, remar, etc.) o lo que se utiliza hoy en día para todo público: las caminatas.

También se pueden desarrollar actividades deportivas de conjunto (fútbol, básquet, rugby, etc), teniendo en cuenta varios aspectos preventivos.

Comience el programa de ejercicio gradualmente.

Si hasta ahora no ha sido una persona muy activa empiece con un breve período de ejercicio. Las investigaciones realizadas al respecto muestran que es mejor una rutina breve de ejercicio que nada en absoluto. Para empezar el programa poco a poco, camine de 10 a 20 minutos diarios, después aumente de 30 a 45 minutos al día durante varias semanas.

Recomendaciones

  1. Propóngase practicar la actividad física elegida en forma regular y seleccione aquella que sea de su agrado.
  2. Evite proponerse objetivos inalcanzables. Aumente gradualmente el tiempo de la práctica y la intensidad del esfuerzo.
  3. La actividad física que usted seleccione debería ser de intensidad moderada para poder mantenerla durante cierto tiempo, como por ejemplo: caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta, remar, etc.
  4. Practique diariamente no menos de 20 o 30 minutos. Si lo hace 3 o 4 veces por semana aumente el tiempo a 45 o 65 minutos.
  5. Durante la actividad, la frecuencia del pulso se debe mantener entre un 60% a un 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Para ello, reste de la cifra 220 su edad y así obtendrá su frecuencia cardíaca máxima aproximada.
  6. Si usted nunca realizó actividad física programada, comience por aumentar las actividades diarias habituales como caminar, subir y bajar escaleras, etc.
  7. Realice al iniciar y al concluir la práctica 5 a 1 O minutos de ejercicios de movilidad articular y estiramiento.
  8. Utilice calzado cómodo y medias de algodón. Revise diariamente sus pies. Si tiene una herida consulte a su médico.

Beneficios

La práctica regular de actividad física:

  1. Disminuye la glucemia,
  2. Mejora la acción de la insulina,
  3. Disminuye los triglicéridos y el colesterol,
  4. Aumenta la concentración de colesterol protector,
  5. Contribuye al tratamiento de la hipertensión arterial,
  6. Favorece el descenso del peso corporal.
  7. Mejora el funcionamiento del aparato cardiovascular,
  8. Produce sensación de bienestar y mejora la calidad de vida.

Precauciones

  1. Realizar un examen clínico general y cardiovascular antes de iniciar un programa de actividad física.
  2. Tener en cuenta la intensidad y duración de la actividad física que va a realizar para evitar una hipoglucemia.
  3. Realizar un monitoreo glucémico antes de comenzar la sesión de actividad física:
    • a) Si la glucemia supera los 300mg/dl y/o en presencia de cuerpos cetónicos en orina: posponer la práctica de actividad física.
    • b) Si la glucemia se encuentra dentro de los límites normales o ante una hipoglucemia: consumir hidratos de carbono extra antes de iniciar la sesión de actividad física.
  4. Detener el ejercicio ante signos de hipoglucemia, dolor en el pecho o respiración sibilante.
  5. No olvide llevar consigo azúcar durante la sesión de actividad física.
  6. Si la actividad física a realizar utiliza preferentemente las piernas, evitar aplicarse la insulina previa en los muslos.
  7. Beber más cantidad de líquidos sin calorías ni cafeína (como agua), antes, durante y después de la actividad física.
  8. Si se desea, verificar el efecto del ejercicio sobre las glucemias, esta debe controlar e a partir de la media hora después de finalizado la práctica.

Procure que todo valga la pena

Las personas con diabetes se sorprenden de cuan efectivo puede ser el ejercicio para controlar azúcar sanguíneo.

Combinado con la planificación de las comidas y los medicamentos adecuados, el ejercicio es una parte vital del programa general del tratamiento. Y aparte de los efectos benéficos el ejercicio representa una gran ayuda psicológica. Hace que el organismo libere sustancias químicas llamadas endorfinas que incrementan la sensación de bienestear. El ejercicio también le ayuda a controlar mejor el estrés y mejora su autoestima al mantenerlo delgado. En pocas palabras el ejercicio le ayudará a controlar la diabetes y quizás a mejorar la perspectiva general de la vida.

* El autor es vicepresidente de la FAD (Federación Argentina del Diabético – www.fad.org.ar)

Fuente: Revista “La Gaceta del Diabético” –